Dulces Asesinatos.

Una nueva melodía.

Continuábamos en la cafetería, yo seguía aturdido pero Eshleyn me regresó a la realidad.

-Eshleyn: Ethan, ¿ Estas bien?

-Ethan: Si, estoy bien, lo siento Eshleyn no sé bien lo que pasó.

-Eshleyn: No te preocupes lo bueno es que estas bien.

-Ethan: Gracias Eshleyn, quisiera irme a mi casa,  espero no te moleste si lo hago.

-Eshleyn: Esta bien Ethan, no hay problema entiendo.

Ella y yo viajamos a su casa muy callados, no daba crédito a lo que había pasado, la dejé en la puerta de su apartamento.

-Ethan: Lo siento de nuevo Eshleyn, hubiera sido la cita perfecta de no ser por ...- Ella puso su dedo en mi boca-.

-Eshleyn: No digas nada, para mí todo fue maravilloso, - Ella se acercó y me dio un beso muy tierno, mientras nos abrazábamos fuertemente-.

Regresé a casa recordaba a Michael, pero no sabía que quería decir, mis recuerdos eran muy confusos y quería ponerlos en orden, ¿Qué quiso decir con que arruiné su vida? sólo eran partes borrosas de mi pasado,  se que William mi hermano me sacó de esa universidad y que nunca supe más de Michael, hasta el día de hoy en la cafetería.

Estaba resuelto a recordar mi pasado, a tal grado que me dio un dolor de cabeza muy fuerte, pero lo había logrado. 

Conocí a Michael en la universidad era defensa en un equipo de football americano. El siempre estaba acompañado de una chica y yo era amigo de ambos Esa chica recuerdo su sonrisa, su espontaneidad, era muy alegre e inteligente. Se que muchas veces hablamos largas horas y sí, ahora lo recuerdo ella fue mi primer amor.

-Michael y ella salían juntos, aunque ella me gustaba, yo no podía traicionar la confianza de mi amigo. El era muy rudo con ella, a veces violento al grado de querer lastimarla, pero yo lo detenía y él se tranquilizaba. 

Un día estaban en el campo de football y yo cerca en las gradas, ella le explicaba algo a él, de repente él se enfureció y apuntó su dedo en mi dirección, yo me asusté. Acto seguido levantó su mano y le dio una gran bofetada, ella cayó al suelo indefensa, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, mi pulso se aceleró, me costaba respirar.

-Recordé que algo así me había pasado antes, cuando murió mi madre y yo lo sabía, mi otro yo había surgido. De ahí en adelante no recuerdo muy bien lo que hice y sobre todo y lo más extraño era que no logro recordar el nombre de la chica que había amado.

Cinco días habían pasado después de mi incidente con Michael, para compensar a Eshleyn por lo sucedido quedé con ella de vernos para ir al teatro, ya que a ella le encanta la música clásica. Llegando a la entrada del teatro me di cuenta que había olvidado las entradas en el auto y le dije a Eshleyn que me esperara.

De regreso al estacionamiento y con la prisa choqué con una joven, que llevaba un estuche largo en su espalda.

-Ethan: Disculpe señorita -ella me miró asombrada, pero no dijo nada- ¿Señorita le pasa algo?

-Señorita: No no me pasa nada, es sólo que me asusté.

-Ethan: Disculpe mi curiosidad ¿Qué es eso que lleva en su espalda?

-Señorita: ¿Esto? Es un violín, soy parte de la orquesta que tocará este día en el teatro, Si quieres te doy mi autógrafo, soy muy famosa -ríe con una sonora carcajada-.

-Ethan: ¿Sabes?, tienes una sonrisa muy alegre y bonita.

-Señorita: Gracias y a propósito mi nombre es Grace.

-Ethan: Mi nombre es Ethan.

Grace: Mucho gusto Ethan ¿Sabes? me caes muy bien, espero volvamos a vernos pronto.

-Ella sonrió nuevamente y salió con rapidez en dirección al teatro.

Eshleyn y yo entramos al teatro y tomamos nuestros asientos, el concierto iba a comenzar. La orquesta entró y Grace estaba allí, en el centro con un vestido color blanco. Se veía muy hermosa. Comenzó a tocar una melodía, la cual reconocí rápidamente, era la Introducción  y Rondo Capriccioso de Camile Saint Saens, estaba siendo acompañada por toda la orquesta, pero yo sabía bien que esta melodía  era muy bella acompañada por un piano, pues yo antes la había tocado en uno de mis recitales. 

Ella ejecutó de manera magistral la pieza, con una gracia,  carisma y sentimiento que te transmitía todo tipo de sensaciones. En un momento ella miró en mi dirección y yo sentí como que tocaba para mí. Cuando terminó de ejecutar la pieza todo el público se levantó de sus asientos y dio una gran ovación, ella era asombrosa y sin pensarlo recordé nuevamente a aquella chica a la que algún día había amado.