Corazones rotos

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El tan ansiado fin de semana llego para ambos, las maletas estaban listas y dentro del auto, el aire acondicionado, salieron de la mansión dispuestos a ir a recoger a Alya y Nino, en cuanto llegaron ambos ya les esperaban fuera de las puertas de su casa, subieron las maletas, Alya y Marinette ocuparon la parte trasera del auto, mientras Nino ocupaba el lugar del copiloto y Adrián conducía.

A pesar de que en las calles el sol quemaba con crueldad agradecían que le auto contara con aire acondicionado, ni siquiera sentían el calor dentro.

-Adrián ¿has rentado alguna casa en la playa para este pequeño descanso?- pregunto Alya.

-No hace falta, una de las propiedades de mi madre se encuentra cerca de la playa nos quedaremos hay el fin de semana.

-Saben debimos hacer este tipo de excursiones cuando estábamos en el colegio.- comento Nino, todos le dieron la razón.

El viaje transcurrió normal, con algunas bromas y los cambios de humor de Alya, hicieron algunas breves paradas más que nada porque en el viaje la morena comenzaba a marearse, Adrián estaciono el auto frente a lo que era una pequeña cabaña sencilla, nada lujosa como los demás lo imaginaron. Al entrar la cabaña se encontraba en perfecto estado, la sensación de comodidad la sintieron de inmediato.

-Yo me imaginaba una mansión en la playa como la que Chloe presume.- comento Alya.- pero esto está mucho mejor.

-Cada verano, a mi madre le gustaba venir a este lugar y alejarse de todo lo material y quitarse presiones, por eso mando construir esta pequeña casa.- dijo Adrián.- solo hay dos habitaciones y...

Si bien no termino de hablar tanto Marinette como Alya salieron a ver que habitación ocuparían, parecían dos niñas pequeñas y eso les causo cierta gracia a ambos chicos los cuales mejor salieron a bajar las maletas del auto. Marinette escogió la habitación que tenía vista directo al mar, a pesar de ser sencillo, la habitación parecía ser un pequeño paraíso tropical en blanco.

-¡Que lindo!.- exclamo Tikki saliendo de su escondite, yendo directo a una pequeña fuente dentro de la habitación que se encontraba colgada en una pared, la Kwami no espero nada para meterse dentro de esta.

-Parece que a ti te gusta mucho el agua Tikki.

-Me encanta nadar, de hecho tu miraculous nació en un estanque.- Marinette abrió los ojos con sorpresa, eso no lo sabía, Tikki nunca lo había mencionado hasta ese momento.

-Ya veo...¿Dónde nació el miraculous de Chat?.- Tikki le miro por unos segundos antes de desviar su mirada de manera pensativa, si mal no recordaba fue Plagg quien la encontró después de nacer.- En un pantano.

-¡¿Pantano?! ¿Porqué su miraculous nacería en ese lugar? – pregunto sorprendida, Tikki suspiro un poco resignada.

-Marinette sabes que Ladybug tiene el poder para crear, y Chat Noir tiene el poder para destruir... el pantano donde nació el anillo fue un lugar donde la vida no existe quienes llegaron a adentrarse a ese lugar simplemente morían, el nacimiento del anillo fue la única prueba de esperanza.

Marinette pareció meditarlo, no comprendía muy bien las palabras de Tikki, sabia sobre el equilibrio entre ambos, tal vez a eso se refería, mientras ella purificaba, Chat devastaba, pero siempre por un bien común. Tikki entro a lo que parecía ser una pequeña cueva dentro de la fuente al escuchar pasos fuera de la habitación, Adrián entraba con sus maletas dejándolas sobre la cama.

-¿Te gusta?- le pregunto, Marinette salió de golpe de sus pensamientos.

-Eh... ah s-si si es muy bonita.- dijo torpemente, el rubio se le acercó mirando la fuente por momentos.- Fue un regalo de mi padre para mi madre por su cumpleaños.

Dulce PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora