Atrévete a encontrarla, Atrévete a vivir

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La felicidad, ese sentimiento, esa sensación que todo el mundo busca. Ese momento que te haga sentir inmortal; ese que haga que todo esté en pausa por unos minutos.
Que bonita es la felicidad, y que bien juega al escondite.... Ella ,tan preciosa, tan pura e inocente.
Maldita utopía perseguida por tantos, todos quieren cazarla pero nunca nadie consigue atraparla definitivamente.
Es desesperante, desesperante, desesperante el rozarla con la punta de tus dedos. Pensar que ya está  que lo conseguiste, que ya no tienes que preocuparte de hacerla tuya.... Pero es entonces, en ese mismo momento , en el que te chocas con todos los monstruos que te impiden llegar a ella; todos los demonios que poseemos todas las personas: la inseguridad, el miedo aceptarnos y querernos a nosotros mismos, los corazones rotos, la desconfianza, la tristeza, la frustración de sentirse estancado en algo que no te completa,la desesperanza, la impotencia, el miedo a gritar lo que piensas o lo que sientes, esa necesidad de llorar y dejarlo todo fluir junto a tus lágrimas...

También hace falta decir que nuestra protagonista, cuando quiere, hace pequeñas apariciones en nustras vidas en forma de amor, amistad, esperanza de que todo se solucionará, etc.

Y... ¿Hay solución? ¿Hay salida? ¿Realmente quiero escapar de los monstruos?...
La felicidad huye tantas veces de nosotros que nos acostumbramos a vivir con nuestros propios demonios en una clase de relación tóxica en la que luchamos por sobrevivir mientras ellos nos siguen hundiendo más profundo. Es como intentar saltar esa verja que no te deja seguir adelante en tu camino, o como un callejón sin salida.
Pero... ¿ Y si sí hay solución? ¿Por qué quiero escapar? ¿Por qué no me animo a correr?

Quiero escapar, escapar de todo lo malo. Me he hartado de estar en la oscuridad, ya no la quiero...
¿Cómo escaparé?

Seguiré adelante, sí eso haré, pasaré esa verja y correré; correré hasta no sentir las piernas, hasta que sienta que estoy volando.

......

Ha aparecido,al fin ha aparecido, la luz ha aparecido; aún parpadea pero ya me siento libre al fin. Sé que tendré que trabajar día a día en mis alas para no caer y poder seguirla, pero ahora todo lo que importa es que me siento libre...LIBRE.
¡Que le jodan a los monstruos! ¡Ya no los quiero!.
Quiero esa luz. Una luz cálida, esperanzadora, familiar,etc; quiero ese pequeño destello que ilumina una leve sonrisa en mi rostro.
Lo quiero para mí, para pasarlo junto a ti o sin ser acompañada...
Quiero hacer saber que hay esperanza, que la hay, y que...si lo deseas con mucha fuerza, después de la tormenta, siempre seguirá saliendo el sol.

Lucha joder, no te rindas, atrévete a escapar; porque cuando llegas a ver la luz, encuentras un poquito de felicidad, y los días parecen hacerse más vivos...más alegres, y los demonios se ven...pero se ven muy lejanos.

Atrévete,
Atrévete a soñar,
Atrévete a poder,
Pero sobretodo atrévete a vivir.

««Reflexiones de una mente anónima»»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora