Mi compañera la nerd

¿Soy lesbiana?

Han pasado unas semanas desde que conocí a Antonia, me parece una persona muy dulce, aún que nos vemos solo a escondidas, a ella también le da miedo lo que sus amigos piensen al verla con una "popular", aún así, en esos momentos en que salimos nos divertimos mucho.

Fuimos a comprarnos un helado, descubrimos que nos gusta el mismo simple sabor — De vainilla por favor — dijimos al mismo tiempo al chico que nos atendió, soltó una risita y dijo — dos de vainilla entonces lindas señoritas.

Ambas nos reímos y recibimos nuestros helados, luego nos fuimos a caminar por la plaza que está en frente de la casa de Anto, ahí nos sentamos en un banco y hablamos de las tonterías que se nos ocurrió en el momento.

De pronto Anto me dijo algo que hizo que mi pecho se apretara.

Dante me dijo que yo le gusto, dime Sofi ¿qué puedo hacer? no quiero perder su amistad — dijo un tono de angustia.

Por alguna razón esas palabras se sintieron como una puñalada, mi helado calló al suelo, igual que mi mirada.

Uh Sofi, ¿Estás bien? — dijo ella con su dulce e inocente voz.

Hice mi mejor sonrisa y dije — Que torpe, se me resbaló jeje.

Si quieres compartimos el mío — me dijo con una sonrisa.

Mi corazón dió un brinco — No te preocupes, está bien... y dime... ¿El te gusta? — dije fingiendo alegría.

Ella puso una cara triste y respondió — No, pero tampoco quiero que el se sienta mal.

Mi cuerpo se relajó, me sentía aliviada al oír que no estaba interesada en ese chico — Oh, ya veo, pero debes decírselo, así él ya no tendrá las esperanzas de algo contigo — dije con mucha soltura, ya tenía experiencia en rechazar chicos, de hecho nunca me interesó tener novio.

Pero no quiero lastimarlo, Dante es un buen amigo mío — dijo ella preocupada.

Cariño, si tú no le dejas claras las cosas el se sentirá con derecho sobre ti — le dije seriamente, ya me lo había dicho la experiencia.

Esta bien, se lo diré entonces — dijo un poco más relajada.

Más tarde ese mismo día, deje a Anto en su casa y me fui donde una prima, ella es mi amiga de confianza.

Hola Sofi ¿Qué te trae por aquí? — dijo mi prima Marcela.

Hola Marce, quería hablar con mi mejor amiprimi de todo el mundo mundial — dije abrazándola.

Vamos a mi pieza entonces — me dijo y la seguí.

Una vez llegamos me tiré en su cama mientras ella se sentaba en la silla de su escritorio girando hacia mi.

Cuéntame primina — me dijo.

Estoy confundida — le dije poniendo mis manos en las mejillas.

Uju juuuu... ¿dos chicos guapos? — me dijo con mirada pícara.

Noooo — dije lloriqueando.

¿Entonces? — me miró confundida.

Una chica, ella me hace confundir, me siento extraña cuando estoy con ella y... y... — dije, pero Marce me interrumpió.

Alto ahí Sofi, ¿como que una chica? — dijo aun más confundida.

Me siento rara con ella, soy torpe, hoy se me resbaló mi helado, luego me sentí mal cuando me dijo que se le habían declarado, la miró casi todo el tiempo en clases, cuando está cerca me gusta mirar sus labios y cuando se aleja su trasero, me siento tan lesbiana — dije tapándome la cara con un cojín de emoji que tiene Marce en su cama.

¿No has pensado que tal vez si lo eres? — dijo con tono divertido — digo has rechazado a cada chico que se te ha declarado, y nunca has tenido novio.

¡¿Qué?!— dije sentándose tan rápido que me resbalé de la cama y caí al alfombrado suelo.

Ay mi primita, primita, a sus diecisiete años y diez meses de edad y sin haber recibido siquiera su primer beso descubrió su sexualidad, pobrecilla niña no lo sabía — dijo eso dramatizando como si estuviera en una obra de teatro.

Ja ja, ya no bromees así, digo eso sería raro, nadie en la familia que yo sepa es gay — dije tratando de no darle importancia a sus palabras.

¿Y que importa?, tal vez eres la primera en descubrirlo, no se va a acabar el mundo por que tú seas lesbiana, ahora la pregunta es... ¿Le gustas a ella también? — me dijo con picardía.

Me llevé las manos a la cabeza — ¿Soy lesbiana? ¿Me gusta una chica? ¿Le gusto yo a ella? — dije sin llegar a procesarlo en mi cabeza.

Jajaja no lo pienses tanto mujer, me dijiste que te gusta mirar sus labios y su trasero... ¿la besarías y tocarías ese trasero si ella lo permite? — dijo mirándome fijamente y con una gran sonrisa traviesa.

La miré sorprendida, por un momento me ví a mi misma en mi mente haciéndolo — Si, Marce soy lesbiana — dije algo asustada.

Sofi, ¿Te cuento un secreto? yo también lo soy — dijo mirándome sería — se que no es fácil, pero hay que afrontar la situación.

Esa tarde llegué a mi casa y tuve una conversación con mi mamá, ella me apoyó, pero le pedí que por el momento no le contara nada ni a mi papá ni a mis hermanos.