Capitulo VII: Confesiones

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POV Axel
Puedo imaginar perfectamente todo lo que mi niña favorita está imaginando justo ahora pero en realidad no es nada de lo que está pensando, no estoy llevándola a mi apartamento con la idea de hacerle algo sino de resolver sus dudas. Ya es tiempo que conozca la verdad sobre mi pasado que no es nada bueno pero igual debe saberlo.

Llegamos y deje las llaves del auto en la mesa del comedor donde Mía ya se escontraba sentada en una de las sillas con una cara que definitivamente en otro momento me haría reír, comence a quitarme la corbata y a desabotonar la camisa hasta que solo quedó deshacerme de los pantalones mientras que Mía solo me veía con una ingenuidad impresionante así que quise molestarla un poco

_No vas a quitarte ese vestido - fingi inocencia acerca de la situación, como si no me diera cuenta de que llevo un boxer solamente

_¿Y que sugieres que me ponga genio? - esta molesta y comenzo a cubrirse los ojos

_Hace mucho calor, si no quieres usar nada esta bien por mi - me acerqué a ella mirándola de arriba a abajo con una de mis sonrisas burlonas

_A-alejate si no quieres q-que... - tartamudeo

_Esta bien - le sonreí - vamos, estoy cansado y quiero dormir - tome su mano y la guíe a mi habitación y por impulso llegando a la puerta se quedó parada en el mismo lugar

Suspiré - Vamos, no voy a hacerte nada no es para tanto - aveces me da la impresión que la chica me tiene miedo pero cuando recuerdo su carácter del demonio descarto la idea de inmediato.

Le di una camisa mía que por cierto le quedaba enorme y le cubría hasta la mitad del muslo y un short de tela que ella misma dejo hace tiempo, y no piensen mal, lo dejo aquí junto con algo de equipaje que llevo cuando fuimos a la playa con Jake y su amiga Taylor hace tiempo. Esa mujer tiene más ropa en mi apartamento que yo mismo, literalmente está por todos lados, hasta mi auto tiene ropa suya. Siempre olvida alguna chaqueta o un suéter.

Al principio me obligó a dormir en el sofá y luego de unos 30 minutos me pidió que durmiera con ella. ¿La razon? Le teme a las tormentas y vaya que estaba cayendo una gran tormenta está noche, prácticamente hice de su guardián prometí cuidarla toda y cuando digo toda es completamente Toda la noche así que casi no dormí y a las 4 de la mañana no lo resistí más y me quedé dormido hasta que sentí algo extraño en las costillas ¿que rayos?

_Mía - dije con dificultad para respirar - Mía despierta - la removí de su al parecer, cómodo lugar que estaba encima de mi

_¿Que quieres? - pregunto somnolienta

_Que dejes entrar oxígeno a mis pulmones, estaría bien Mía - suspiré cuando el aire volvió a mi sistema

_¿Como llegaste ahí? - trate de hacerle burla pero ya se habia dormido nuevamente. Ja! ¿Y se supone que el holgazan soy yo?

Me quedé cuidandola un par de horas, realmente estaba cansado y estaba a punto de dormir cuando su voz me saco de la acción que trataba de realizar

_Axel - murmuró Mía pasando las manos por su cara recién despertando

_Sigue durmiendo - fingi estar cansado y querer seguir durmiendo, ella rió

_En ese caso dígale que lo besaré más tarde - se recosto nuevamente en mi pecho, espera ¿que fue lo que dijo?

_Despierta Mía, despierta! - la agité pero solo conseguí que riera bajo

_No te besaré así que vuelve a dormir - maldije por lo bajo y voltee a ver el reloj de la pequeña mesa junto a la cama, 5:03am era muy temprano tal vez Mía tenía razón y debería dormir

¿Mas Problemas Mía?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora