Nebulosa

El nuevo campeón

El nuevo mundo lucía tan apetecible para sus nuevos huéspedes, que apenas podían contener su entuciasmo por ensuciarse las manos. Macabras sonrisas se esbozaban en sus deformes rostros y su respiración ruidosa y aterradora silenciaba los silvidos del viento. Llegaron al Norte de todo, desde la cima se disponían a tomar al mundo por sus cuernos, sin restricciones, pues los vigilantes de esta tierra, al igual ellos, estaban cansados de seguir su ciega doctrina.

El caos había llegado personificado a la Tierra y no había nadie que lo detenga, o eso pensaba. Mas, con el pasar de los meses, sus manos colmadas de víctimas tuvieron que hacerle frente a una criatura igual de despiadada, solo que aquel monstruo estaba decidido a mantener el legado que a fuerza le fue encargado.

Una especie de General, pues así era llamado entre los pocos, que por sobrevivir, adquirieron el derecho de conocer su sangrienta causa. Al igual que el demonio que desecendió de las heladas tierras del norte, este particular ser contaba con su propio ejército, mismo que lo seguiría hasta su muerte y de cual se hizo digno tras liquidar a quien consideraron su dios. Muchos rumores circulan respecto a su legión, pero la realidad y la fantasía en este punto convergen, después de todo, la existencia de esos fenómenos es tan enigmática, como lo es la historia de su actual líder y campeón.

Muchos recuerdan a los Nefilim como una raza oculta entre los humanos, un grupo dotado con la esencia angelical, condenados por las pasiones de sus progenitores, pero no estarían más que equivocados. Pálidos, deformes, sangrientos, con ojos totalmente oscuros y bocas dotadas de gigantescos colmillos, estos monstruos, fueron obligados por sus padres a vivir en la nada, viviendo de su propia carne y bebiendo su propia sangre. Pronto, se desarrollaron como una sociedad, en donde el homicidio era el escalón hacia el éxito.

Pero ¿Por qué tan feroces criaturas le temen a un solo individuo? Es simple de comprender, aquel hombre es su decapitador, el primer verdugo extranjero que tomó posesión de sus vidas. Aún lo recuerdan, su fuerza descomunal y deseo de sangre era superior; aún no logran olvidar la expresión facial de su antiguo dios, quien fue el primer decapitado por el monstruo al que ahora le han jurado total lealtad o al menos hasta el día en que este sádico campeón pase a servir a la muerte.