Cap. 31. (FIN DE LA MARATON 5/5)

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Me senté en uno de los bebederos que no funcionaban a llorar mirando al cielo, la tarde caía lentamente al igual que mis lagrimas. No hacía nada para evitar que salieran, solo las dejaba ser libres por mis mejillas, de pronto una de mis amigas apareció y me dio la frase mas reconfortante que necesitaba y hasta ahora la sigo aplicando "Si tu sabes en realidad lo que paso, no te debes preocupar por lo que digan los demás"  Me sequé las lagrimas y la abracé, susurrándole al oído un "Gracias"  

De: Cristal

Notas de CristalWhere stories live. Discover now