Estábamos en silencio leyendo la primera pagina del libro, atentos a cada palabra que nos atraía cada vez mas ansias, eso creo. Justin de vez en cuando hacia ruidos con su boca haciéndome reír, golpeaba el estante de libros con sus pies, para desconcentrarme, una vez que lo lograba soltaba una risita de satisfacción; de verdad este niño no puede estar quieto.
—Puedes dejar de moverte— le susurré acercándome — intento concentrarme.
—Lo intento pero no puedo.
—Solo deja de mover tus malditos pies idiota— le dije con sarcasmo, en realidad siempre nos llevábamos así.— harás que nos saquen.
—Quien diría que la mística Josephine Skriver...— se acerco a mi oído— le teme a la dueña de la biblioteca.
—Cierra la boca y dale atención a ese libro que tanto nos costo conseguir y con tu permiso voy a seguir con mi lectura— intente hacer una cara seria mientras el solo me miraba con confusión—es mentira bobo.
—Tenemos química en 10 minutos no voy a terminar de leer ni una hoja— me sacó le libro de las manos.
—Dame eso— le dije levantando mis manos intentando alcanzar el libro— no me hagas gritar Drew, dámelo.
Pasaron varios minutos y aún no le podía quitar el libro de las manos, desventaja de tener los brazos tan cortos. Cada vez que subía mas los brazos Justin se estiraba aún más y yo solo me quejaba, estábamos ahí como locos riéndonos pero el timbre nos interrumpió, mierda, la clase de química. Los dos nos volteamos a mirar sorprendidos, tomamos nuestras cosas y corrimos esquivando las mesas de alrededor, en el camino Justin me jalaba del brazo haciendo que me atarazara; definitivamente llegaremos tarde.
— Apuesto a que nunca habías corrido tanto en tu vida, eh Josy—se echo a reír apresurando su paso.
—Siempre estamos al hilo del tiempo para poder entrar a clases, te acostumbras con el tiempo—reímos al mismo tiempo y yo me detuve un momento para tomar aire.
—Vamos Josephine, tenemos otro edificio por cruzar —se paro a mi lado —estamos perdiendo tiempo.
—Por... favor... —le dije conteniendo mi respiración para después soltarla— espera...
—Sabes como de exigente es Holland, Josy olvídate que entremos a su clase—me miro con una sonrisa en los labios.
—Mis piernas necesitan un descanso Bieber caeré muerta en cualquier momento—puse las manos sobre mis rodillas intentando recuperar mi respiración normal.
—Yo mismo te haré avanzar — se acercó mas a mi y me subió a sus hombros para cargarme y seguir con su paso, esta vez mas lento.
—Suéltame tonto — estaba ahogada a carcajadas y con falta de oxígeno.—te daré una paliza en el momento que ponga un pie en el suelo.
—Quisiera ver que lo intentes— me bajo con cuidado y me miro sus ojos desafiantes; parecía estarse divirtiendo.
Intente acercarme lo más rápido posible hacia él con mis manos en forma de puños, pero fue imposible, parecía estar golpeando una roca. Tomó mis puños con sus manos e hizo algo con los pies que nos hizo caer. Este es mi momento; intente levantarme para separarme de su agarre pero por accidente golpeé una parte delicada...
—Dios mío Josy — me dijo retorciéndose del dolor en el suelo.
—Perdóname Jay —movía mis manos detrás de mi nuca sin saber que hacer— no fue mi intención, vale?
Me miró.
—¿Quieres que traiga hielos? ¿que hag- —me interrumpió su cara llena de diversión —¿que es tan gracioso?
—Pobre y dulce Josephine—siguió riéndose apoyando sus brazos en el suelo para poder ponerse de pie —anda vamos— estiró su mano para ayudarme a levantarme pero yo opté por hacerlo por mi cuenta.
—No necesito de tu ayuda, gracias — me puse de pie quitando el polvo de mis jeans y mi chaqueta.
—Vamos pequeña solo fue una broma — me tomo por los hombros —¿vamos a desayunar algo o prefieres darle la cara al Sr. Holland?
—Primero muerta... — lo mire con cara furiosa confundiéndolo— antes de ir a clase.
Me miró sonriente, animándome.
—Eres insoportable algunas veces — le dije apretando su agarre con mis manos—pero aún así te quiero.
—Yo lo sé y te quiero también... ahora vamos a desayunar que muero de hambre.
Tomé mis cosas del suelo y cada quien siguió su camino, salimos a desayunar fuera como todo el tiempo porque la comida de la cafetería es espantosa, nada parece llenarte y a la vez todo es malo. Siempre elegíamos desayunar en Mc Donald's porque nos quedaba a solo unas cuadras de instituto y la comida es bastante apetitosa. Deje que el aire fresco llenara el auto, respirando cada aroma que provenía de la gran ciudad y eso parecía agradarle a él también. Iba con la mirada fija en el camino y de vez en cuando le tiraba pequeñas miradas para apreciar su comodidad.
Es impresionante lo idénticos que este chico y yo podemos llegar a ser; tenemos los mismos gustos de comida, música, pensar y siempre nos llevamos muy bien. Su familia y la mía se conocían hace tiempo y gracias a eso nos hicimos amigos. A pensar de que algunas veces peleábamos por cosas tontas ambos sabíamos que no importara la situación, estaríamos juntos.
ESTÁS LEYENDO
It ain't me.
أدب الهواةMe puedes encontrar en: TWITTER: @allwithjb Subiré contenido frecuentemente. Espero esta historia te guste.