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-Te quiero - se lo susurre al oído, mientrás manejába.

Se proclamó un silencio incómodo entre lo dos por un breve momento.

-Erick, te aprecio mucho, eres una persona increíble pero nose si realmente siento lo mismo por ti - me provocó un desazón escuchar ello.

Con aquel anuncio. Proseguímos por el amplio camino que se presentaba, sin exponer algún otro pensamiento. Dejando el tema de lado, como si no importase.

El mar fluía con sencillez, llegamos a una pequeña playa, tomamos asiento. El frío no faltaba en aquel ambiente, la abracé, cobijandola en mi regazo. Buscando protegerla ante todo, de cualquier delirio.

-Morire- musitó de pronto.

-¿Qué?- reaccioné de forma sorpresiva.

-Te mentí, no tengo problemas tan graves. Mi enfermedad a sido, mi única molestia.

-¿Qué enfermedad?-Indague de manera inquisidora.

-Una extraña enfermedad descubierta en mi. Me la diagnosticaron cuando tnía apenas 6 años.

-Volvamos e internate en el hospital. te recuperaras, te ayudare a hacerlo.

-Mis días ya tiene cuenta. Deseo pasarlos contigo. perdon si no te respondí, la verdad es que yo también te quiero erick.

-Pero no deseo perderte, eres mi estrella.

-Lo continuare siendo, esperare tu ascenso a nuestro espacio infinito, iluminaré tus días de tormenta, te regocijaré con mi cuidado en las tristezas.. En aquel momento que te vi por primera vez note que eras algo extraño, distinto mejor dicho. Entonces un magnetismo agradable me insito acercarme a ti, lo hice y con ello me llenaste de lo que parecía extinguirse en mi; Felicidad.

Nuestros cuerpos se juntaron en un abrazo. tratando de fundir alma con alma. sollozamos; sus ojos con lentitud, empezaron a cerrarse. Cerca de su odio respondí a la pregunta de mi profesora..

M I   E S T R E L L A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora