7. Final.

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Vamos, que en esto no se elige, pero si puedes —y ojalá puedas— quédate con la persona que le sonría a tu tristeza.


JongIn se encontraba aislado, de hecho ni siquiera hablaba conmigo y eso me hacía sentir mal por la única razón que mi amigo sólo miraba al profesor, su celular y la pizarra, como si nadie más estuviera presente. En cuanto llegaba al aula, tomaba asiento en su carpeta y escondía su rostro entre ambos brazos. Se negaba a hablar con BaekHyun, o con algún amigo del mismo que trataba de arreglar las cosas. En tiempos así resulta de los más fácil perder cualquier esperanza.

Aunque no había nada que arreglar, todo estaba demostrado. Tal parece que BaekHyun había admitido su infidelidad, pero quería otra oportunidad porque realmente estaba enamorado y él no quería engañarlo. Como si no hubiera pasado nada, como si le hubieran puesto un arma en la sien y ChanYeol le hubiera obligado a actuar; quien por cierto, estaba más que furioso después de que BaekHyun le haya mandado al diablo. 

No teníamos idea de cómo acercarnos a él, ni qué decirle a BaekHyun cuando nos pedía ayuda para convencer al moreno de hablar con él. ¿Quién diría que esa feliz pareja se separaría? Ni siquiera teníamos planeado algo si en un futuro ello llegaran a terminar; es por eso que lo sentíamos muy difícil. Soy de la personas que no insiste si alguien no quiere hablar conmigo y prefiero darle el espacio deseado si lo necesita en vez de hostigarlo, así que no pensaba en hablar con JongIn hasta que éste me lo pidiera. Los recuerdos lo mataban, lo sabía. El problema está en que barremos recuerdos y los escondemos debajo de la alfombra porque nos asusta tirarlos del todo.  

Fue un 24 de Noviembre cuando JongIn, con cierta duda, se sentó frente a mí en las mesas de la cafetería. Había llegado solo, como últimamente.

— Quiero hablar contigo —dijo, yendo directo al punto.

Dejé los palitos en la mesa, no sin antes dar el último bocado a mi postre.

— Claro que sí, dime. 

— Es sobre BaekHyun —por primera vez después de tantos meses había escuchado el nombre completo del mencionado—, quiere hablar conmigo... pero yo no quiero hacerlo, me duele siquiera verlo frente a mí y con los ojos húmedos. Odio verlo así, pero no hay vuelta atrás. 

Entonces entendí que necesitaba un consejo, estaba perdido. 

— Nini, ChanYeol está enamorado de BaekHyun, ¿lo sabías? —cuestioné a quien mantenía la cabeza gacha, observando el tapete de la mesa— . Se veían desde septiembre. ¿Necesitas algo más para convencerte a ti mismo que él no vale nada?       

—Ese idiota —dijo entre dientes, apretando la servilleta con la zurda, estaba definitivamente celoso—, siempre dudaba de sus amistades, nunca se lo dije porque confiaba en él... Él era todo para mí.

Maldita sea, no había visto a un JongIn en ese estado, era lamentable lo que la desilusión, la decepción y todo las consecuencias negativas traídas consigo tras la ruptura podían originar en él. Ese sujeto no era el moreno que tanto amábamos. No lo era ni siquiera cuando inició su relación.

 Las desilusiones van cambiando a las personas, éso es seguro, las amargan, las destruyen y terminan casi siempre por entregarse al vacío, creyendo —estúpidamente— que lo mejor es soltar. Y al final resulta serlo.  

—Falta semanas para terminar el ciclo, ya no los verás, te cambiarás de turno, tendrás cuatro meses para descansar de todo —musité, tomando las manos del ajeno—. No te rindas y regresa a nosotros, te aseguro que te perdonarán; todos lo harán.

Por supuesto, no incluía a KyungSoo en ese "todos" porque aquel estaba en su drama, tenía malos momentos con su evangelista, que la infidelidad del primer mes, que los mensajes a escondidas que mandaba el cristiano, que lo de JongIn en su mente. Un drama, como mencioné.

—¿Kyung también lo hará?

Y ahí me quedé helado porque creía que —por lo menos ese día— no me preguntaría por él. ¿Qué decir? ¿Cómo se atrevía a preguntar por Soosie? Más hipócrita que el Daesang del año pasado y la repartición de premios.

—Él... Mejor habla con él.

Yo lo sabía por la forma en que nos mirábamos. Le gustaba verme cuando estaba distraída y lo hacía como si en el fondo él quisiera protegerme. Y yo lo veía con unas ganas inmensas de que lo hiciera. Quería que me cuidara, que nunca se alejara. Yo lo sabía, porque éramos perfectos... pero también imposibles [Escrito de KyungSoo Neruda].

Al día siguiente no supe nada de los dos, ningún mensaje, ni señal de vida en sus redes sociales. Me daba mala espina, como un presentimiento que siente las  madres de La Rosa de Guadalupe, así. Yo no podía con tanta intriga, así que me dirigí al aula donde llevaban juntos, pero ninguno se encontraba ahí, sólo la tipita con cara de monstruo, la que salió con mi ex novio SuHo.

En ese momento sentí ganas de ocupar el baño, de tanta intriga no tuve el tiempo ni para ir al baño, así que fui sin dudar ni un segundo o pasearme en el octavo piso en busca de mis dos amigos. Cuando entré en aquella acogedora estancia, escuché ruidos. Muchos ruidos. Susurros. Gemidos. Y me sorprendía que nadie más se haya percatado de ello, ya que era casi las doce del mediodía, por lo tanto se terminarían las clases pronto.

Me adentré más y saqué mi celular para iniciar una grabación de voz en el chat de KyungSoo.

— Soo, estaba buscándote, fui al baño y hay gente teniendo sexo —musité, mientras me adentraba al baño, cada vez más se escuchaba los jadeos y gruñidos.
Entonces lo escuché.

— J-Jong... ¡Ah!

Esperaba que sea JongDae, JongHyun, o YongHwa, pero no, luego escuché "JongIn". Y solté el botón del "grabar audio" para retroceder unos pasos, anonadado. Por la santa mierda. ¿Tal vez sean JongIn y BaekHyun? ¿O e BaekHyun cogiendo con ChanYeol y gimiendo el nombre de mi amigo?  

— Soo, joder —gruñó quien se encontraba dentro del cubículo, sumido en el placer. 

Y tenía la voz de JongIn. Solté un suspiro y me armé de valor para abrir la puerta del mismo, pero ésta se encontraba cerrada; sin embargo, al querer empujarla con mi pierna, la bulla cesó. 

— Mierda, JongIn, te dije que acá no era buena idea —susurró KyungSoo. 

— ¿Yo qué iba a saberlo? —musitó también el moreno. 

Reí. Porque la situación me parecía tan graciosa, tan sacada de una película. Ahí estaba yo, riéndome en la cara de ambos —habían abierto la puerta al escucharme—, lo dos se encontraban desnudos del torso y despeinados, mirándome con mala cara.        

 — ¿Entonces ya son amigos nuevamente? —cuestioné en tono burlón.

Ambos me acompañaron con risotadas. Extrañaba eso: compartir momentos juntos.


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La vdd es que no sé si darle un epílogo (creo que se llama así) o dejarlo ahí porque este es el punto al que quería llegar con la historia. Que la amistad es más fuerte que el amor. 

Jé. Gracias por leer. Saludos a Andrea, perdón por hacer tu vida miserable con este fic :v

El KaiSoo de YiXing [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora