No todas las personas nacen iguales. Y por suerte o desgracia nuestra protagonista no es una de ellas. Aquellas que nacen sin superpoderes. Ella trabajara muy duro para poder entrar a la academia de heroes más prestigiosa del país: Yueiko. Teniendo...
-Finalmente, ¡Un récord de héroe!.-grito emocionada Uraraka.
-¡Sí dedo está desecho! En el examen de entrada también. Tiene un kosei bastante extraño.-dijo lida.
-No tiene mucho estilo.
Todos parecían estar sorprendidos por midoriya y mucho más kacchan.
-¿Q-Que pasa con ese poder?. El kosei de todos se manifiesta por la edad de 4.¡Esto es imposible!
De un momento a otro el corrió hacia midoriya con intención de golpearlo.
-¡Hey! Dime que está pasando, ¡Deku, bastardo?
Cuando kacchan estaba apunto de llegar a midoriya el profesor Aizawa lo detuvo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Que diablos?¡Estás cosas son fuertes..!-dijo kacchan enojado.
-Estás son armas para captura hechas de fibra de carbono mezcladas con alambre metálico hecho de una aleación especial. Cielos, no me hagan usar mi kosei una y otra vez. Se me secaran los ojos.
Midoriya aprovechó para irse de hay.
-Estamos perdiendo aquí. Quien siga, prepárense.
Ahora seguía Amaya, Ella se centró en el círculo y se preparó.
-Bien...
-Tú puedes, Amaya-Chan.-dijo Uraraka apoyando a Amaya causándole un pequeño sonrojo
Amaya después de eso se puso de rodillas.
-¿Qué está haciendo?-pregunto kirishima.
Cuando por fin estuvo lista lanzó la bala al aire y rápidamente con la palma de su mano tocó el suelo y de este salió un pequeño pilar lanzandola con una fuerza extraordinaria al cielo. Cuando por fin cayó la bala el profesor Aizawa miro su celular.
-700. 1 metros.
-¡Si!
-Sorprendente-Dijo Uraraka.
Amaya se acercó corriendo a Uraraka para abrazarla.
-¡Lo logre!
-¡Impresionante, Amaya-San!-dijo Midoriya acercándose a Amaya.
Cuando los tres comenzaron a hablar kacchan los miro.
Pov. Kacchan.
¡¿Por que?!. Hasta hace poco, ellos dos sólo eran unas piedras al costado del camino.
-Tienes tanta suerte kacchan. ¡Tu kosei es tan genial! Espero tener el mío también.
-¡Yo igual!
-No importa que kosei obtengan, nunca me venceran.
