Cap.51

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-¡Allí voy, ______!-gritó la pequeña voz y se lazó al agua.

-Fernanda, vas a ahogarte-le gritó Mariana.

-______, va a cargarme, no necesito salvavidas.

-¿Puedes, _____?-preguntó Mariana preocupada. Asentí y dejé a Jaxon al borde de la alberca.

-Ven aquí, Fernanda-extendí mis brazos y la pequeña nadó con dificultad hacia mí-. Lo haces bien-le sonreí.

-Papá me ha estado enseñando-me informó sonriente-. ¡Entra Jaxon!-le gritó a su hermano.

Jaxon se puso de pie y saltó entusiasmado al borde de la alberca. Jos se puso de pie al creer que iba a lanzarse pero luego me extendió los brazos y pidió que lo dejara jugar en el agua. Jos se sentó, más tranquilo, bajo la sombra del gran sauce.

-No vayas a lanzarte, Jaxon-le gritó Fernando con un vaso en la mano.

Jaxon asintió y volvió a extenderme los brazos. Mi suegra se rió al ver que cargaba con dos pequeños en la parte más baja de la pileta.

-¡Jos! Ven con nosotros-le pidió Fernanada.

-No, gracias, no me gusta mucho el agua.

Reí, a decir verdad, cuando habíamos pasado tiempo en la playa, él se la pasaba en el agua, de un lado al otro, llevándome a rastras hasta lo más profundo del mar.

-Vamos a salirnos un rato, ¿si?-le dije a los dos y Jaxon hizo morros-. Solo por un rato, Jaxon. Tengo algo de hambre-le expliqué. Asintió y lo deje sentado en la escalera-. Quiero, ¿eh? No vayas a lanzarte.

-No lo haré-dijo por lo bajo y me dedicó la tierna sonrisa.

-Fernanda, ven aquí-le grité y ella giró para verme.

La niña de cabellos castaños estaba agarrada del borde de la alberca y tenía el cabello pegado a su rostro. Estaba en la parte más honda de la alberca y me asusté al pensar que no sabía nadar perfectamente como para volver hacia mí.

-Espera, Fer, no te muevas-le ordené-. Ni se te ocurra soltarte de allí.

-Está bien, ______, pero apúrate porque voy a hundirme.

-¡Jos!-le grité desde la alberca-. Agarra a tu hermana que va a soltarse.

Jos se puso de pie y tomó a Fernanda por los brazos para así subirla a la orilla de la alberca. La niña lo abrazó, mojando así la ropa veraniega de su hermano.

-Fer-se quejó Jos  y la separó de él.

Reí y me salí de la alberca para tomar a Jaxon en brazos, este me sonrió y se acurrucó en mi pecho.

-¿Tienes frío?-le pregunté tomando una toalla celeste. Jaxon asintió y lo envolví en la toalla-. ¿Mejor?

-Si-dijo alegre.

Lo dejé en el suelo y corrió tras Fernanda que buscaba al cachorro nuevo que Jos les había obsequiado. Estrujé mi cabello y observé a los dos pequeños jugando con el cachorro blanco. Una gran toalla verde me cubrió el cuerpo entero y luego sentí dos brazos rodearme la cintura. Me removí entre los ya conocidos brazos, y lo observé a los ojos.

-¿Tienes frío?-preguntó.

-Ya no-le dije besando sus labios. Me sonrió.

-Cuando quieras irte a casa, me avisas-me besó y acomodó la toalla sobre mis hombros.

-Por ahora no-arrugué la nariz y estornudé-. Tengo hambre...

-Y frío-completó mi oración-. Ve a vestirte y luego ven aquí-me dijo y besó la punta de mi nariz-. No quiero que te enfermes.

La Bella Y La Bestia {Jos Canela & ____}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora