La cafetería a la que ingresó resultó tener un ambiente agradable ya que, a pesar de la hora, no había muchos comensales en ella, causando de facto una buena primera impresión en el cansado joven. Sin embargo, aquella sensación abandonó su cuerpo en cuanto sus ojos se posaron en el tablero donde se detallaba cada una de las bebidas que ahí se servían pues el precio era exagerado. Si bien, el café era una bebida de lujo en Corea del Sur, pagar 5,000 wons por una simple taza de cappuccino le pareció excesivo.
Giró su cuerpo hacia la salida, dispuesto a huir del lugar pero todo plan de escape se vio frustrado cuando se percató que había comenzado a nevar de repente y él, sólo llevaba puesto el estúpido traje negro que había decidido portar para la entrevista.
—Mierda, ¿tan de repente? —maldijo por lo bajo, dirigiéndose de nueva cuenta hacia la caja registradora, buscando desesperadamente con la mirada, la bebida caliente más barata del menú. Cuando la encontró, carraspeó un poco y se dirigió hacia el chico frente a él, dispuesto a ordenar —Un té de limón, por favor.
La voz de KyungSoo sonó inesperadamente segura y para no mostrar el gesto de sorpresa ante ello, optó por sacar su billetera para sacar los últimos billetes que en ella se encontraban; estiró su mano hacia el sonriente empleado y justo cuando este tomó el dinero, el estómago del universitario gruñó fuertemente ante la falta de alimento y el dulce aroma que llenaba el lugar. El bajito pelinegro notó cómo el empleado apretó sus labios para reprimir una risa a la par que sus enormes orejas se teñían de rojo, dándole un aspecto divertido y acorde a la época, según pensó KyungSoo pues su creativa imaginación comparó al chico con un elfo.
Do no pudo reprimir la risa así que giró sobre sus talones una vez que arrebató el ticket de las manos del "elfo" de la cafetería y huyó hacia la mesa más cercana que encontró. En menos de cinco minutos una taza humeante adornó su mesa, invitándole a beber el té, acción que no realizó de inmediato pues la nevada aún no llegaba a su fin y él sabía que moriría de frío una vez que se encontrase afuera por esa razón, sacó uno de los libros que cargaba siempre en su mochila, dispuesto a leer para hacer un poco de tiempo; 15 páginas y 7 sorbos de té más tarde, el chico elfo se acercó con la mejor de sus sonrisas y un plato en sus manos con una tarta de fresas.
—Debido a la repentina nevada cerraremos dentro de una hora y esperando que acepte nuestras disculpas, le ofrecemos como recompensa una de nuestras mejores tartas. Lamento los inconvenientes que esto pueda generarle... —tras una gran reverencia y una divertida sonrisa, el chico de orejas grandes se retiró dejando a KyungSoo con un gesto confundido en el rostro pero con una sonrisa de satisfacción al ver el postre, cerró el libro que yacía sobre sus manos y lo guardó en la mochila, dispuesto a devorar la tarta.
Ahora que no tenía distracción alguna, su mirada recorrió el recinto, percatándose que sólo él tenía una tarta de fresas, ¿acaso no era un regalo de disculpa para todos los comensales? En busca de una explicación, la mirada de KyungSoo recorrió con desesperación el lugar, hasta encontrarse con el empleado con rostro de ayudante de Santa, quien le dedicó una coqueta sonrisa, seguido de un guiño. El universitario no supo cómo reaccionar por esa razón, decidió desviar su mirada hacia el postre, concentrándose únicamente en terminar con él, posteriormente bebió de un sorbo el resto del té.
De un solo movimiento se levantó de la silla, dejando sus cosas en la mesa mientras se dirigía hacia los sanitarios del recinto, evitando a toda costa toparse con el empleado que, suponía, acababa de coquetearle. KyungSoo se lavó las manos y mojó su rostro con el objetivo de disminuir el tono rojizo que sus mejillas habían adoptado y justo cuando volvieron a su estado normal, salió del baño hacia su mesa.
Grande fue sorpresa cuando, sobre su mochila, descansaba un suéter blanco, éste lo tomó con desconfianza tratando de entender lo que estaba sucediendo sin embargo, antes de que su cabeza pudiese crear alguna explicación coherente, una gruesa voz y un cálido aliento chocaron contra su oído, paralizándolo.
—Mi turno termina en 10 minutos, eres libre de esperarme o de utilizar mi suéter e irte —tomó los platos y la taza de la mesa para ponerlos sobre la charola que sostenía con la mano derecha, antes de dedicarle una sonrisa triunfante — Pero debes saber que ese es mi suéter favorito y que las cosas siempre vuelven al lugar donde pertenecen... ¿Sabías que en Seúl sólo hay 5 universidades donde se encuentra la licenciatura de derecho?
Y dejando aquella pregunta en el aire, el anormalmente alto empleado se caminó hacia la barra, con aire triunfal.
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—Listo Kyung, lamento haberte hecho esperar —la apenada voz de Chanyeol sacó al abogado de sus pensamientos, percatándose de que era el único cliente en la cafetería y que, misteriosamente, sus platos y taza ya no se encontraban en la mesa. KyungSoo se levantó de la silla, abotonando el enorme abrigo negro que usaba, acompañando a Chanyeol a la puerta de atrás, la que usaban únicamente los empleados, para salir rumbo al metro; siendo recibidos por los copos de nieve que caían uno a uno, sin parar.
—Deberías tirar ese horrible suéter blanco, Chanyeol.
—Oh, ¿te diste cuenta? —preguntó el más alto, con un ligero tono avergonzado en su voz a la vez que sostenía con un poco más de fuerza el pequeño cuerpo de su novio —Pídeme lo que quieras menos eso, adoro este suéter y gracias a él ahora estamos juntos.
Gracias a aquella inesperada respuesta, una carcajada se abrió paso entre los labios de KyungSoo, provocando que el choque del aliento cálido y el frío clima, formaran una amorfa "nubecita" de humo.
—No puedo creerlo, ¿aún crees que fue el suéter? Me quedé por tus orejas, Chanyeol, eran demasiado grandes para ser reales.
Bromeó el menor logrando que su novio le soltara sólo para bajar un poco más el gorrito para cubrir sus orejas, un tanto emberrinchado por las palabras de KyungSoo. El trayecto a su hogar fue largo pues ambos estaban sumidos en un silencio que ninguno de los dos se atrevió a romper hasta que, cuando ambos estaban quitándose los zapatos en el umbral del departamento, Chanyeol se atrevió a hablar.
—En estos dos años juntos jamás te lo he preguntado pero... ¿por qué decidiste esperarme ese día? —la repentina pregunta no logró sorprender a KyungSoo sin embargo, este tardó un poco en responder, tan sólo para molestar a su infantil novio.
—Ya te he respondido, fueron tus orejas... No fue por su tamaño, sólo creí que era tierno que tus orejas se pusieran rojas cuando me viste. Considerando que adentro había calefacción y que el frío no era el culpable, asumí que estabas avergonzado. Cuando tomé tu suéter estaba decidido a irme a casa, tratando de convencerme de que eras un acosador y ya pero después, cuando traté de recordar qué es lo que había leído y no lo supe, lo entendí.
—¿Entender? ¿qué cosa?
—Que me había esforzado tanto en ignorar tu mirada que no presté atención a lo que leía, sólo lo pretendí para que mantuvieras tus ojos sobre mí. Eres tan jodidamente atractivo y brillante Park Chanyeol que convertiste un día de mierda en algo maravilloso. Todo el rato que estuve en la cafetería no pensé en el rechazo que había sufrido, tampoco pensé en mis exámenes finales ni mucho menos le presté atención al miedo que se había apoderado de mí los últimos debido al término de mi carrera, sólo podía concentrarme en tu estúpida mirada de acosador.
KyungSoo se acercó al más alto, estirando sus brazos para rodear su cuello e inclinarlo a su altura, provocando que sus labios se tocasen suavemente.
—Eres tan especial que bastó sólo una mirada para notarlo. Gracias por estar conmigo a pesar de todo lo bueno y lo malo —pronunció cada palabra tan cerca que pudo sentir los gruesos labios de KyungSoo moverse a la perfección con cada palabra, antes de que éstos le arrebatasen el último beso de aquél día.
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Hola, de nuevo.
Esto salió porque estoy deprimida y porque hay una personita que me reclama por dejar cosas inconclusas (?) jajaja espero que les guste. Sé que dije que sería sólo un one shot pero la verdad me daba flojera pensar en una historia nueva.Pd: ¿no aman la voz de Taeyeon? Díganle que la amo ☹️💕
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Coffee
Short StoryLa vida como adulto lleno de responsabilidades y sin vacaciones, apesta.