Necesitado de ti

7

VAL

Si no me he tomado 15 copas no me he tomado ninguna. Hace rato que he perdido a Liam. Miro la hora en mi móvil, las 5:23 a.m.

-Perdona,¿el baño?-le pregunto al DJ. Ese perdona suena más como: peerrdona. Me sonríe.

-Al final de la barra hay uno guapa-le devuelvo la sonrisa y le doy las gracias.

Hago lo que el chico me ha dicho y entro en el baño. Me miro al espejo y me retoco el carmín rosa palo.
Cuando salgo del baño me choco con un cuerpo alto, bien definido. Miro hacia arriba y me encuentro con un precioso y ¿herido? Liam.

-¿Qué te ha...?-no me deja terminar.

-Estoy bien. Te estaba buscando. Me voy-empieza a girarse y le agarro de la chaqueta.

-¿Te vas?-asiente con el ceño fruncido. ¡Claro que se va! Está herido. -Me voy contigo-frunce el ceño y camino delante de él.

Cuando llegamos a su coche me acuerdo de que vine con el mío.

-Vendré mañana a por él-le digo. Asiente y nos metemos en el coche.-¿Qué...qué te ha pasado?-me mira,me mira, me mira y responde.

-Se han metido con un amigo y yo solo le defendí-vaya, no pensé que me lo contaría.

-Solo le defendiste...-repito. Me mira y asiente.

Llegamos a su casa. Tiro el bolso encima del sofá y me siento. Se sienta en un sillón enfrente de mi. Miro la hora en mi móvil, las 6:46 a.m. Suspiro. Miro a Liam que me mira fijamente. Me fijo en su rostro: tiene la ceja abierta por el mismo sitio que la otra vez, el labio roto al lado de la comisura y en la mejilla tiene un leve corte. Me levanto y voy a su baño. No le pregunto y él tampoco. Encuentro el baño perfectamente y abro un armario y otro hasta que encuentro el botiquín. Cuando llego al salón, sigue mirando por donde me había ido. Sigue mis movimientos hasta que me coloco delante de él, de rodillas. Abro el botiquín y humedezco un poco de algodón en agua oxigenada. Le miro. Acerco mi mano con el algodón a su ceja y él no protesta cuando le limpio la herida. Bajo hasta su mejilla y finalmente el labio. Muevo el algodón lentamente para no hacerle daño. Todavía no ha puesto una mueca de dolor y eso me molesta por que me da la sensación de que está acostumbrado.  Coge mi muñeca, parándome, y la baja. Me mira a los ojos tan intensamente que me estremezco. Sin previo aviso, me besa. Sus labios son suaves y su boca tiene un ligero sabor a menta y sangre. Me besa de forma lenta. Me levanta del suelo y me sienta encima suyo. Me separo para respirar y junta mi frente con la suya. Suspiramos y volvemos a besarnos, está vez más fuerte. Un fuego se prende en mi interior y mi necesidad por estar más juntos crece. Meto las manos debajo de su camiseta, palpando cada tenso y formado músculo de su vientre. Subo las manos pero me detiene.

-Si hacemos esto, mañana me odiarás-dice. Me levanto y me tumbo en el sofá cerrando los ojos. Oigo como el suspira y se va. No me acuerdo de más por que me quedé dormida.