Abro los ojos lentamente. Miro el descascarillado techo de mi habitación. Suspiro. Algún día tendré que pintarlo. Me incorporo y miro la hora. ¡Las 9! Llego tarde a mi primera clase. Mierda.
Me visto rápidamente con algo sencillo.Cojo las llaves de la moto y cierro la puerta de casa. Arrancó y salgo disparada.
9:15. He tardado poco. Por suerte no había ningún policía para ver a la velocidad que iba.
Subo corriendo las escaleras hasta llegar a mi clase. Toco y abro.-¿La señorita Tanner llegando tarde?- dice mi profesor de matemáticas- guau, esto es nuevo.
-Lo siento-digo. Me sonríe y me manda pasar.
En cuanto poso mi culo en el asiento tocan la puerta.
-Hola, siento la tardanza pero no sabía dónde quedaba la clase. Soy...
-¿El señor Black no?- le interrumpe el profesor Marcus.-Pase y siéntese.
Uououo. ¿De dónde salió este chico? Está lleno de tatuajes y tiene un cuerpo exquisito. Se acerca a mí. ¿Qué hace? Se sienta a mi lado. ¿Es que no había más asientos? Separo un poco la silla de su lado sin que se de cuenta. Me mira.
-Hola payasa-le miro incrédula.
-¿Perdona?
-Perdonada.
¿De qué va este tío?
Decido ignorarle durante toda la clase. Cuando toca el timbre me levanto rápidamente y salgo de la clase.Llego a cafetería y me siento en mi sitio de siempre. Tanya, a mi lado, nos cuenta que se enrolló con un chico en la fiesta de Cam, un amigo suyo.
-El tío estaba buenísimo, pero besaba un poco mal...-todos empezamos a reír. Pasa un grupo de chicos por nuestro lado y Alex saluda a uno de ellos, pero ninguno se para para mirarlo. Alex se queda triste.
-Alex,-le llamo. Él me mira.-¿a quién has saludado?
-A uno de esos chicos-los miro. Se sientan a dos mesas de nosotros. Entre ellos distingo al chico de los tatoos que se sentó a mi lado en mates.
-Eso está claro-dice Maddy.-Lo que queremos saber es a cuál de todos.
-A Liam-Maddy y Tanya se miran y luego a Alex.
-¿Lo conoces?-preguntan las dos a la vez. Alex asiente.
-Antes, como ya sabréis, venía un tiempo todos los veranos. Era mi vecino durante ese tiempo y nos llevábamos muy bien. Pero desde que llegó aquí para quedarse, no me ha vuelto a hablar.
-Oh-dice Tanya.-Lo siento amigo.
-Da igual.
-¿Y quién es Liam?-pregunto. Todos me miran. Bueno, más bien detrás de mí.-¿Qué miran detrás mío?
-¿Me llamabas payasa?-esa voz...y esa forma de llamarme payasa...Me giro y lo veo.
-No. Solo preguntaba por Liam ya que no sé quién es.
-Yo soy Liam. Qué raro que no me conozcas-se encoje los hombros. Se acerca donde Alex.-Cuanto tiempo compadre-se chocan las manos y luego los puños. Alex sonríe.-¿Cómo te va? ¿Alguna piva afortunada de tenerte?
-No.
-Que raro-se ríen.-Bueno me voy que se me hace tarde-pasa por mi lado.-Hasta luego payasa.
-Gilipollas-musito.
-¿Cómo?-mierda, me ha oído. Me levanto de mi silla y le miro a los ojos.
-Gi-lo-po-llas-Tanya me da una patada pero ni me inmuto.
-Es mejor que no te metas conmigo o vas a tener problemas payasa.
Se va. Dejándome con la palabra en la boca. Enfadada me siento de nuevo.
-¿Os conocéis?-pregunta Maddy.
-Se sentó conmigo en mates-me encojo de hombros.
-Que suerte-dice Tanya. La miro mal. Me levanto, cojo la mochila y me voy.
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Necesitado de ti
Teen Fiction-No puedo estar sin ti. Hace días que no duermo ni lo más parecido a bien. Estoy cansado. Me agobio en seguida. Estoy...estoy... -¿Estás como Liam? -Estoy necesitado de ti.