Capítulo 3

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LUKE P.O.V

Domingo por la noche, ¡por fin!, por fin se había pasado toda esa eternidad encerrado en casa, unos golpes me sacaron de mis pensamientos.

- Pasa. – por la puerta apareció mi madre. Se acercó a mí y pasó su mano por mi pelo. Yo me lo peiné con una mueca porque ya sabía la conversación que me esperaba.

- Luke, cariño, no estés mal ¿vale? Todos lo hemos hecho alguna vez, pero tienes que entender que lo hacemos por tu bien, pero el alcohol…

- Mamá, yo no bebí te lo juro, solo fue para los demás chicos, ni yo ni Ashton bebimos. – ella hizo un intento de sonrisa – Además mamá, ya no soy tan pequeño, tengo diecisiete.

- Lo comprendo mi amor, yo también bebía a esa edad, y te creo, si tú dices que no bebiste, te creo. – me besó en la frente y yo le sonreí.

- Gracias mamá.

- De nada cariño. – salió por la puerta.

Me tumbé en la cama, sabía que mi madre me había perdonado, pero mi padre… Poco después caí en los brazos de Morfeo.

La alarma del despertador sonó y yo, con mi brazo izquierdo intenté apagarlo sin resultado alguno. Con todavía sueño, me levanté y bajé a desayunar, bostezando me senté en la silla para poder tomar el desayuno que me preparó mi madre. Cuando lo terminé, me fui a vestir, me peiné y me lavé la cara. Listo. Cogí la mochila y esperé a Ashton mientras revisaba el Whatsapp. Cuando por fin llegó Ashton, fuimos a clase. Aún quedaba un rato para entrar, así que estuvimos hablando.

- Ojala pase algo bueno está semana… - dije.

- Lo siento mucho.

- Tranquilo, no pasa nada. – saqué una sonrisa forzada – Cambiando de tema, ¿cómo será la nueva?

- Hay dos posibilidades, o marimacho o la típica friki, nerd. – reí.

- ¿Por qué piensas así? – le pregunté riendo.

- Porque todas tías que hay aquí son así, ¿es que no lo ves? Ella no va a ser la excepción.

- ¿Qué te dice que no pueda serlo? Quizás ella sea la excepción, incluso te puede llegar a gustar. – él rió.

- Luke… no me pienso enamorar en mi vida.

Entonces toda clase se quedó en silencio porque entro el señor Brown, nuestro profesor de biología.

Estuvimos dando clase hasta que llamaron a la puerta y una cabeza se asomó por la puerta.

- ¿Puedo entrar? – preguntó aquella chica.

- Oh si claro, usted debe ser la señorita Delevingne, Cara Delevingne. 

Un juego de tres (Luke, Ashton y Cara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora