Mi cita con Shawn había terminado antes de lo que esperaba. El maldito de Zayn se encargó de arruinarlo todo. Decidida a enfrentarlo llegué a casa de Liam.
-Liam, ¿cuantas veces te he dicho que te lleves las llaves?- Escuché como hablaban de adentro.
Fruncí mi ceño mientras vi como la manilla de la puerta comenzaba a moverse.
-Ah, eres tú.- Sonrió. -Pasa.-
-No gracias.- Negué enojada. -¿Se puede saber porque mierda escribiste eso en la foto de Shawn?-
-¿Vienes por eso? Que flojera.-
Se dio la vuelta entrando a la casa, lo seguí y cerré la puerta.
-Si, vengo a eso.- El volteo a verme. -¿Porque lo hiciste?-
-Porque quise.- Se encogió de hombros.
-Pues no debiste.- Negué. -Ese beso fue tan insignificante que por eso no se lo conté.-
El se acercó, me tomó de la cintura mientras que con su mano izquierda acariciaba mi mejilla.
-O mejor al revés.- Sonrió. -Mejor di que no se lo contaste porque ese beso fue lo mejor que te ha pasado en la vida.-
Y era cierto, ese beso me había encantando, el me encanta. Pero su maldito ego me hacia odiarlo.
-No te confíes mucho Zayn, tu beso no me hizo sentir nada.- Lo empujé. -O más bien si.- Lo pensé. -Asco.-
Su sonrisa se desvaneció, frunció el ceño para luego hablar.
-¿Debo creerte cierto?- Rió. -Si yo te beso, ahorita, aquí te mueres.-
Sonreí sarcásticamente acercándome a el.
-Me muero de la impresión fíjate.-
-¿Quieres probar?- Me tomó de la cintura. -¿Probamos?-
Estaba nerviosa, no quería darle el gusto de verme locamente enamorada de él. El solo quiere jugar conmigo.
Nuestros labios rozaban, cerré mis ojos y es ahí cuando abren la puerta.
-Zayn traje un poco..- Cortó Liam al vernos muy juntos. -Lo siento.-
-No.- Me separé de él. -No es lo que piensas.- Besé la mejilla de Liam. -Vine para ver si terminaríamos el trabajo.-
-¿Y Gigi?-
-Viene de camino.-
-Por mi esta perfecto.- Sonrió. -¿Comemos?-
Asentimos para luego darnos Zayn y yo la última mirada.
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