A veces no es necesario que el adiós sea para siempre, solo es un sueño muy largo, un sueño que se que al despertar la misma persona que te dijo adiós en aquel momento el día de hoy te dice "buenos días".
sesenta y tres
A veces no es necesario que el adiós sea para siempre, solo es un sueño muy largo, un sueño que se que al despertar la misma persona que te dijo adiós en aquel momento el día de hoy te dice "buenos días".