Todo comienza cuando Karina Sanders de 17 años entra a la universidad se encontrara con su mate y su enemigo que buscara destruirla, pero aún bajo la protección de su mate ella no estará a salvo
Tocaron la puerta de mi habitación y me levanto de la cama para abrir la puerta y veo a mi hermano ya listo tengo que admitir muy guapo. yo me puse esto
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-Wow estas preciosa Karina - dice tomando me de la mano para después darme una vuelta.
-Y tu muy guapo Killian- dije dedicándole una sonrisa.
-Lista para irnos- dijo ofreciéndome su brazo para que lo agarre y juntos bajar las escaleras hacia la sala donde imagino que nos esperan mis padres.
-Por supuesto- dije mientras agarraba mi teléfono y la cartera y luego el brazo de mi hermano.
Cuando llegamos a la sala nuestros padres nos vieron y una lágrima se le escapa de los ojos de mi madre y mi padre nos mira con una sonrisa.
-Hija estas hermosa y tu hijo muy guapo- dice mi madre.
-Claro, salieron a su padre- menciona con aires de orgullo y todos nos echamos a reír y luego nos dispusimos a subir a la camioneta de mi padre.
Luego de 15 minutos llegamos al restauran fuimos a la mesa que reservo mi padre y nos sentamos y luego llego un mesero trayendo el menú nos dio una a cada uno y luego espero a ver que ordenábamos mi padre pidió tallarines al pesto, mi madre espagueti a la carbonara, mi hermano rabielis con requesón y yo un pasticho el mesero termina de anotar todo y me guiña un ojo. Mi hermano ve lo que hizo el mesonero y lo fulmina con la mirada, yo me río de su cara y luego la quita cuando el chico se va.
Luego de un rato después de comer, mi padre se levanta de la mesa junto con mi hermano para pagar la cuenta y me quedo a solas con mi madre en la mesa, ella me abraza y me dice que todo va a estar bien y que piense en mi futuro que ellos siempre van a estar conmigo.Luego llegaron mi padre y mi hermano a la mesa.
-Están listas para irnos a casa- dijo mi padre dirigiéndose a nosotras.
-Claro vayámonos -dijo mi madre poniéndose de pie y tomando el brazo de mi padre.
-Vayámonos - dijo Killian ofreciéndome su brazo para marcharnos del lugar.
Me aferre de su brazo y todos salimos del restaurante y nos subimos a la camioneta para ponernos en marcha de regreso a casa.
