El chico del bus

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Ana:
         Me acerqué corriendo a el, estaba esperando en la parada del bus y este estaba a punto de llegar. No se nada de su vida, siempre le veo en la parada, se baja del bus dos paradas antes que yo. He intentado mas de una vez establecer una conversación con él pero es imposible ya que siempre lleva los cascos.

       Llega el bus y nos subimos. Paso mi bono transporte, me siento y saco un libro de mi mochila. El se baja a los veinticinco minutos sin mirar al bus, como si lo temiera. Cuando llego a la parada de mi instituto media hora después, me bajo y hecho a correr hasta mi pabellón donde me encuentro a la profesora que me toca a primera hora.
Relentizo mi paso, no quiero verme obligada a tener que hablar con ella.

      Al llegar a clase llamo a la puerta y la profesora me dice que pase. Veo a Elroe (mi mejor amiga) hacerme señas pero no entiendo lo que me quiere decir así que la digo que me lo cuente luego. Me dirijo a mi sitio.

    -Llegas tarde otra vez- dice Miguel. Me siento con él, no me llevo mal pero odio mi sitio porque estoy tan atrás que no se ve nada, aunque esto puede ser util a veces.     

    La clase se me hace eterna pero cuando por fin termina me hacerco a hablar con Elroe.

    -Hola- Me saluda tan energética como siempre.

    -Hola- la devuelvo el saludo- ¿Que me querías decir antes?

    - Nada, que Oliver te va ha pedir salir- dice como si nada.

    - ¿¡Que!? ¿Y no le podrías haber dicho que no quiero nada con él?

    - Por poder...- Me dice sonriendo- Pero que quieres que le haga yo, si a Oliver le gustas... A parte no tiene porque pasar nada malo.

    - ¿Que no? Él lleva siendo uno de mis mejores amigos toda la vida y seguro que nuestra amistad se pierde.

    - Pero...- Elroe iba a hablar pero el profesor entra en clase, por lo que me quedo toda la hora con la intriga.

     Por suerte toca plástica, odio a la profesora pero al menos no hay que prestar tanta atención. En cuanto puedo me hacerco a Elroe.

    - Si no quieres que te lo pida, simplemente vete a la biblioteca en el recreo, así no te lo podrá pedir- La miro, tiene razón aunque huir de mis problemas no sea una solución pero no quiero que me lo pida.

     En cuanto salgo al patio me escabullo hasta la biblioteca y no salgo hasta que no estoy segura de que no queda nadie en el recreo.

    Pasan tres aburridas clases y cuando toca el timbre de fin de clases aprovecho que Oliver va a comer para irme en bus. En la segunda parada se sube el chico con cascos. No suelo coincidir con él a la vuelta. Lleva un uniforme de pantalones grisáceos y camisa azul. Su pelo esta mas despeinado que por la mañana y sus ojos marrones mas abiertos. Cuando voy en transporte publico me encanta inventarme la vida de la gente pero con él no puedo. Por mas que lo intento no consigo imaginarme su día a día.
    
      Nos bajamos en la misma parada y cada uno se va en una dirección. Al llegar a mi casa me preparo algo para comer y, mientras se enfría hago algunos deberes. Como y a continuación me voy a dar un paseo, mis padres no llegarán hasta dentro de dos horas.

       Mi vida es algo solitaria aunque, yo lo prefiero así. Nunca he sido demasiado sociable aunque siempre he tenido algún amigo. No es que mis padres no me quieran pero no les queda otra opción que dejarme sola mientras trabajan.
   
        Llego a casa a la vez que mis padres. Me hacen un interragatorio sobre mi día y se van a su cuarto. No he terminado todos los deberes así que me pongo con ello. Al terminar es prácticamente la hora de cenar por lo que llamo a mi padre para que haga la cena. Después de cenar me voy a dormir, dando así por terminado este día tan largo.