Mi peor pesadilla

30. Imposible

Salgo del metro y llego a la parada más cercana de mi casa, por desgracia esta está un poco lejos, ya que he cogido otra línea y estoy harta de coger la maleta, pesa muchísimo… Por eso decido llamar a Em, necesito que me recoja…

Al no poder llamar con mi móvil me dirijo a una cabina, que por suerte no estaba lejos. Llamo a mi casa pero nadie coge el teléfono ¿Dónde estará Em? a esta hora debería estar en casa. Maldita suerte la mía…

Marco el número de la empresa, ya que no me sé el número de Em y necesito que alguien me ayude a mirar en mi agenda.

-Héctor al teléfono, en que puedo ayudarle.- Me responde uno de los empleados, el nuevo no hace mucho que está en la empresa, es becario,  al pobre lo tenemos de aquí para allá, pero también le enseñamos muchas cosas que en la universidad no se les enseña.

-Hola Héctor soy Cris, te importaría ir hacia mi mesa y buscar en mi agenta azul el número de Em.

-Claro un momento…

Mientras él la busca, miro a mí alrededor. La gente se para a mirarme y a cuchichear… Todo el mundo sabe que soy la novia de Diego, mejor dicho era… Pero ellos no lo saben. Aunque no me extrañaría que estuviese ya en todas las televisiones.

¡Maldita sea! Quien me mandaría a mí a estar con Diego. Me reprendo a mí misma. A este paso acabaré loca… Hablo conmigo misma, me peleo con mi subconsciente… Vamos… Un caso.

-Ya, la encontré…- Héctor empieza a decirme el número de Em mientras lo apunto con una lápiz de ojos en el ticket que me han dado del bono de metro… Es la suerte de ser chica a falta de bolígrafo bien está un lápiz de ojos.

 -Gracias Héctor.

Cuelgo y corriendo llamo a Em.

-Nena, soy Cris necesito que vengas a por mí estoy justo enfrente de…

-¿No iba a ir Diego?

-Es una larga historia ven a por mí por favor.

En cuestión de minutos Em aparece con su coche.  Llegamos a mi apartamento estaba desenado llegar tirar la maldita maleta y pegarme una buena ducha. Tras contarle todo lo que me ha pasado Em solo puede consolarme. “No creo que todo haya sido una farsa” “No puede ser que te haya mentido de esta manera” son entre otras cosas lo que Em me ha dicho, pero la verdad estaba más pensando en el error tan grande, en lo ingenua y tonta que he sido. Y sobre todo el que he perdido a Aitor para siempre.

Y todo por mi maldito orgullo, mi maldita convicción de hacer las cosas bien y ser fiel. No quiero saber más de tíos. Hasta que cumpla los 30… Decidido.

Enciendo mi móvil y empieza a sonar como loco… Todas llamadas de mi querido nuevo ex. No tengo suficiente con uno ahora acarreo con dos…

Llamo a mi prima sofí para que no se preocupe.

Sofí tiene pánico a los aviones y siempre cree que me voy a estrellar con un avión no para de decirme siempre que la veo  que “he soñado que te matabas en un avión y no quiero que mi prima se muera”… incluso cosas peores, si de verdad fuese cierto cada uno de sus sueños… Me hubiese muerto 50 veces y de las peores formas que nunca nadie hubiese imaginado “1000 maneras de morir” no tiene nada que ver con la imaginación de Sofí. Pero mirándolo por el lado positivo cada vez que muero son siete años de vida más. Lo cual voy a ser la mujer con más años de la historia.

Cuando acabo de hablar con ella voy a tomarme un baño, mañana volveré a trabajar… ¿Ganas? Ninguna, pero es mi deber como directora.