Cap 1

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Malena abrió sus ojos, y luego de mucho tiempo, logró ver la luz de una habitación. 

Con dolor en cada fibra de su ser, se reincorporó. En sus manos sintió una tela suave y muy lisa. A sus ojos, un cuarto blanco con la puerta cerrada. Se escuchaban voces.

'' Estaré muerta?'' pensó. 

La manzana de la puerta giró y un hombre asomó la cabeza. Malena se asustó y con desesperación  flor de piel, buscó algo para defenderse.

-- Tranquila, no te haré daño. -- dijo el hombre.

Bajó de la cama en la que estaba y corrió hasta el otro lado del cuarto, acurrucándose detras de un sofá.

-- Usted va a matarme -- asumió ella, y salió de su escondite. --. Hágalo ahora. 

Abrió sus brazos, preparandose para su muerte.

El hombre la miraba desconcertado.

-- Yo... yo no quiero matarte... -- dijo lentamente, intentado calmar a Malena.

Pero ella estaba segura de que le iba a hacer algo.

-- ¿Me va a usar para experimentos entonces? -- dijo en duda.

-- Tampoco...

-- ¿Y para qué cojones me trajo hasta aquí?

El hombre quedó en silencio.

-- ¿Cómo te llamas? -- terminó por preguntar, mirándola.

-- ¿Mi nombre? -- se cuestionó ella.

Sus padres eran los únicos que la llamaban por su nombre, y eso ya no pasaba hace 2 años, o más.

Ella seguía pensando, hasta que la voz de su madre llegó en su mente "Malena".

-- Malena.

Respondió.

El hombre sonrió.

-- ¿Y tú?

-- Soy Marco.

La barriga de Malena sonó, estaba muerta de hambre.

-- ¿Quieres comer? -- Ella asintió --. Ven.

Lo siguió hasta una cocina.

-- Puedes sentarte. -- dijo en un tono paternal.

Estiró la silla y se sentó.

Luego se miró, tenía las manos sucias, al igual que el resto de su cuerpo y sus ropas.

Desde la muerte de sus padres, robaba comida y tomaba agua de un estanque, pero no se podía dar el lujo de tomar un baño. Hace un mes que las tiendas se quedaron sin comida y el estanque entró en sequía.

Un plato de comida pareció en su frente mientras pensaba.

El olor llegó a sus fosas nasales, haciendo sonar su estómago de forma terrible.

-- ¿Qué significa esto, papá? ¿Ahora pones un horfanato para nigra militistos?.

Alto, blanco y de ojos verdes, cabello negro y en muy buen estado físico. Estaba recostado por el marco de la puerta, cruzado de brazos y vestido de negro, aún así la sangre negra resaltaba.

Malena se asustó y corrió para esconderse atrás de Marco.

-- Me va a matar.

El chico no dijo nada, simplemente la miraba.

-- Tranquila, no te hará nada. -- Marco tenía una mirada teanquilizante. El estomago de Malena volvió a rugir. -- Si no comes te puedes volver a desmayar. 

Sangre negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora