Cap 2

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-- Escondela donde sea, que no la vean. Que no la toquen. -- dijo su padre.

Su madre la cogio y se escondieron atrás de un bloque de madera.

-- Tranquila nena... papi se va a encargar de los hombre malos. -- le susurró al oído.

Al instante, se escucharon gritos y la sangre roja salpicaba por todos lados, pero también se escuchó la voz de su padre, un grito.

Quiso asomarse para mirar, pero su madre no le dejó.

-- Yo... voy a ir... a ayudar a Papi... no salgas de aquí, ok?

Ella asintió y su madre salió de su escondite.

Más gritos humanos. Más sangre. El grito de su madre.

-- Male... -- escuchó y salió para ver el cuerpo de sus padres en el suelo.

-- ¡Malena! -- volvió a escuchar, pero no era la voz ni de su madre ni de su padre.

Despertó.

Vio a Wendy.

-- ¿Estás bien? ¿Tuviste una pesadilla? -- preguntó la pelirroja.

No respondía. Abrazó a Wendy. Empezó a llorar.

-- ¿¡Por qué los mataron!? -- gritó.

Wendy empezó a tocar su cabello, para calmarla.

Al cabo de unos minutos, levantó la mirada. La contraria abrió los ojos como platos.

-- ¿Qué pasa? ¿Tengo algo?

-- Tus... ojos... son blancos... -- dijo lentamente.

Se levantó de la cama y fue corriendo al espejo, era verdad, pero al instante se volvieron negros otra vez.

-- ¿Para qué me despertaste? -- preguntó al cabo de unos segundos, volviendo a la realidad.

-- Es hora de comer. Vamos.

Siguió a Wendy hasta la mesa de comer, y se sentó a su lado.

-- No jodan que tengo que dar de comer a esa cosa también. -- escuchó de la otra gemela.

-- Esta "cosa" tiene nombre, de acuerdo? Y empieza a llamarla por él. -- escuchó de Marco.

-- No se su nombre, y no me interesa. -- dijo llevando una olla de comida.

-- Malena, sabes usar cubiertos? -- le preguntó Wendy.

Negó con la cabeza.

-- Imitame. -- dijo sonriendo y tomando los cubiertos.

La miraba y trataba de imitarla.

-- Sirvele también. -- dijo Marco, mirando a la gemela.

Ella se quejó y le sirvió de mala gana.

Al cabo de unos minutos, Malena manejaba los cubiertos mejor que Wendy.

-- Pa, ayer maté a 7 nigra militisto. -- dijo la gemela.

A Malena se le fue el hambre. Se levantó y se fue a su cuarto. Sentada en posición fetal, se puso a pensar.

¿Está familia mata nigra militisto? Eso tendría sentido, ayer la ropa de Ted tenía sangre. Pero, ¿Y Marco?

Marco tenía sus años, pero estaba en buena forma, podría haberla matado si quería sin problemas.

-- Si, así viven mientras nosotros morimos.

Pensó en voz alta y abrió la ventana, al lado tenía un árbol. Se lanzó a él y bajó.

Si voy a vivir con alguien, no va a ser con unos sangre roja asesinos, prefiero seguir pudriendome en las calles.

Sangre negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora