Él
— ¿Acabaste con eso? —pregunta Colín.
— Si.
— ¿Que harás con todas esas cartas? —vuelve a preguntar.
Decido mirarlo, sentado en el sillón que hay frente a mi escritorio moviendo su pierna izquierda, como si fuera un tic nervioso.
— Creo que es obvio. Dárselas —aclaro.
Sello la última carta que eh escrito ayer, y la meto en un sobre con las demás cartas que eh escrito estos meses.
— ¿Que ganas con esto?.
— Hoy se te ah dado de ser preguntón —digo en tono burlón pero el solamente frunce el ceño. Suspiro, no quiero problemas con él— solo es un medio de desahogo, creo que es momento de dejar ir estos sentimientos que tengo y es una manera práctica, por así decirlo, de hacerlo.
— Me alegro que ya no vallas al psicólogo por que sinceramente, se te esta pegando lo intelectual —comenta y yo río.
— Lo dice el que se enamoró de un pintora y ahora es amante del arte.
— Solo con sus obras...
— ¿No sabe que tu eres el que compra todas sus pinturas? —niega.
— Tampoco quiero que se entere, no quiero que nadie sus obras.
— Posesivo.
— Ingenuo.
— Celoso.
— Idiota.
— Imbécil.
— ¡Bueno, basta! Que nos desviamos del tema, joder. —suspira estresado— ¿Como vas con Luciana?.
Sin que yo pueda hacer algo, me sonrojo al pensar en ella.
— No es nada serio hasta ahora... —sincero y es verdad, lo de ella y yo no tiene un título... Cosa que duele un poco— Además, solo son unas cuantas salidas.
— Sin contar que han tenido sexo en mi casa.
— ¿Q-Que?...
— ¿Creíste que no me iba a enterar? Tengo cámaras. —aclara— pero.. ¿Por que en la sala? Tuve que cambiar los muebles —hace una mueca.
Se acerca el final :v
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Querida Adriana [1]
FanfictionTonto, cursi y posiblemente muy cliché... Pero no sé puede culpar a un hombre que solo trata de desahogarse del amor que vivió una vez.