Querida Adriana:
Esta es mi última carta.
Quiero decirte que fuiste la única de la que enferme por amor.
Me tuviste en tus manos... Porque literalmente era capaz de todo por complacerte.
Agradezco el que te hallas cruzado en mi camino y poder tenerte en mi vida, aunque halla durado poco tiempo lo nuestro.
Recuerdo las primeras palabras que me dirigiste: «—Es la primera vez que vienes por aquí, ¿Verdad?» Y tuviste toda la razón, ese día había sido una desgracia para mi.
Ese día que nos conocimos, había recibido la peor noticia de mi vida o eso es como lo veía en ese entonces, ya que, con la economía que tenían mis padres era posible que no pudiera pagar para el siguiente ciclo de mi carrera.
Pude ser el chico sonriente, servicial, amigable y feliz por complacerte. Pero las personas no mostramos de todo al 100%. Tenía problemas, en las que nadie sabía y tampoco quería que lo supieran, ya que son mis problemas.
¿Quién se preocuparía por mis problemas?.
Iba caminando pensando en la situación que estaba pasando y como al parecer iba a ver lluvia, me refugié en aquel bar, si, ese bar.
De una extraña manera, me enseñaste a luchar por lo que quería.
Y lo agradezco, en serio, y no te deseo lo peor, deseo lo mejor para ti.
Espero que encuentres a alguien que si logre cautivar tu corazón.
Att: Marion Dupain-Cheng.
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Querida Adriana [1]
Fiksi PenggemarTonto, cursi y posiblemente muy cliché... Pero no sé puede culpar a un hombre que solo trata de desahogarse del amor que vivió una vez.