Cómo sobrevivir a la paternidad según Dylmas [M-Preg] [EDITANDO]

Paso Final: Triunfar con el primero y empezar desde cero con el segundo

Dylan y Thomas observaban orgullosos como su pequeño de tres años jugaba en los juegos del parque.

En un momento, Stiles llamó a Dylan a gritos.

-No cambian.- comentó Dylan, rodando los ojos y encaminándose con una sonrisa. -¿Qué sucede pequeño?- preguntó al llegar al área de juegos.

-¿Ves al niño pelirrojo de allá?- preguntó tímidamente Stiles, señalando a un pelirrojo de unos siete años.

Dylan tragó saliva al reconocer al hijo de Britt.

-Sí. ¿Qué sucede con él?- preguntó nervioso Dylan.

-No quiere jugar conmigo. Por eso, creo que debo tener un hermanito.- respondió simple Stiles.

Dylan sonrió pícaro.

-Creo lo mismo.

***

-Tommy, Stiles tiene algo que decirte.- habló Dylan, entrando a la casa y volteando a ver a su hijo, indicándole que era el momento.

Stiles inhaló con fuerza y se acercó a su papi Thomas.

-¿Qué sucede pequeño?- preguntó Thomas dulcemente, acuclillándose frente a su hijo.

-Quiero un hermanito.- soltó simple Stiles.

Thomas lo vio sorprendido a él, luego, volteó a ver a Dylan, tragando saliva y sintiendo la sangre acumularse en sus mejillas.

-¿Un hermanito? ¿No sería mejor un perrito?- preguntó nervioso Thomas.

-Thomas, ¿no sería bueno darle gusto al niño?- preguntó Dylan, acuclillándose al lado de Thomas y acercándose a su oreja. -y a mí, claro.- añadió con voz ronca.

Thomas bufó levemente, bajando la mirada y sonrojado hasta las orejas.

-Bien.- murmuró.

Stiles y Dylan comenzaron a saltar de felicidad, chocando los cinco y riendo... hasta que una almohada impactó contra la cabeza de Dylan.

-¿Seguimos con los almohadazos? Pensé que ya habíamos superado esa etapa.- bufó Dylan.

-Supongo que los viejos hábitos nunca mueren.- repuso Thomas, cargando a Stiles y tocando la punta de su nariz.- y tú, a la cama.- ordenó, sonriendo cariñosamente.

-¿Me cuentas un cuento?- preguntó Stiles, a lo que Thomas asintió.

-Te espero en la cama.- susurró Dylan en el oido de Thomas, para luego apretarle levemente el trasero y salir corriendo.

Thomas, bufando, recogió la almohada y se la ofreció a Stiles.

-¿Te gustaría tirarle una almohada a papi Dylan?- propuso. Stiles asintió alegremente, tomando la almohada que le ofrecía Thomas.

La tiró con todas sus fuerzas, y dio justo en la cabeza de Dylan.

-¡THOMAS!- gritó Dylan al sentir el almohadazo.

-Ese fue Stiles.- aclaró Thomas riendo.

Y ese fue el final de una hermosa familia de tres. Pero claro, Dylan no se queda con las ganas. Y Thomas lo tuvo claro tiempo después. Pero eso es una historia para otro día.

*•*
Y ya, terminamos el libro :'v

Pero no se vayan, aún quedan los extras ;3

Vaya mierda de capítulo final. Resulta que sí estaba lista para finalizar la obra.