Capitulo 4

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Mia

Llegamos a McDonald's y Cassie pregunta:

– ¿Qué quieren comer?

Valerie es la primera en contestar.

–Yo quiero una hamburguesa –sonríe ampliamente.

–Yo también –contesto y les sonrío cómplice.

–Pero hay una larga fila –dice esto para sí misma.

Cassie va directamente al principio de la fila aunque se detiene un metro antes, Valerie y yo la observamos sin poder creer su plan para avanzar más rápido.

Cassie saca su teléfono de sus jeans y simula hablar.

– ¿Hola? Oh, sí.... No, hay mucha gente... Estaré ahí lo más pronto posible, de verdad... Ajá, trataré... Okay, nos vemos –cuelga el teléfono y murmura–. Rayos.

Hay dos chicos, los cuales la miran con atención, y ella también los ve, pero como su próxima carnada. Son altos, uno tiene el cabello rubio y el otro chico lo tiene castaño; parecen ser simpáticos.

Cassie se acerca y les dice:

–Hola, me preguntaba si podrían dejarme delante de ustedes, tengo que apurarme para llegar al hospital –los mira respectivamente y les sonríe sin mostrar los dientes.

Estos se miran el uno al otro, y el castaño habla.

–Claro, sí –le sonríe nervioso.

Los muchachos retroceden dos pasos y le dejan un espacio a ella para que entre.

Cassie sonríe ampliamente.

–Gracias, chicos.

Una vez que ella está dentro de la fila saca su teléfono de nuevo y escribe un texto.

                   Eso fue divertido. ¿Me esperan en una mesa? Aunque no comeremos aquí.

      ¡Estás loca, Cassandra Shannon! Nunca pensé que fueras a hacer eso. Bueno, te esperamos en una mesa le diré a Vale. Suerte con los chicos de allá atrás *Mirada pervertida*

Ella termina de leer el texto y ríe.

–Oye, Vale, me dijo Cassie que vayamos a una mesa para esperarla –volteo a verla.

–Sí, sí, vamos.

Echo una mirada por todo el lugar y no encuentro ninguna mesa desocupada.

– ¡Ahí! –señala Valerie una mesa en el centro.

Corrimos a toda velocidad, agarramos las sillas y nos sentamos en ellas. Empezamos a reír como locas.

Siento cómo mi teléfono vibra y lo saco de mi bolso. Es una llamada de Cass, la pongo en altavoz para que Valerie también la pueda escuchar y miro en la dirección de dónde se encuentra Cassie.

– ¿Cuál es tu nombre? –escuchamos una voz masculina. Está hablando el chico rubio.

–Cassie –sonríe.

–Muy lindo nombre, yo soy Chip y él –señala al castaño– es mi amigo Tate.

Tate tiene una gran sonrisa.

–Oh, ¿sí? –sonríe alzando ambas cejas y luego se muerde el labio nerviosa, quizá, y voltea a vernos.

– ¿Te gustaría salir algún día? –mira a Tate y no alcanza a responder, ya que el chico morocho quien toma la orden carraspea la garganta y llama la atención de los tres.

– ¿Qué desea ordenar? –le sonríe de oreja a oreja.

–Oh, sí... Claro –se queda pensando un poco, mira a los dos chicos de atrás y vuelve la vista al morocho–, dos McRib y una cajita feliz, por favor.

Éste toca la pantalla varias veces y le da el ticket.

–Son ciento treinta y dos.

Cassie saca de su bolso el dinero y se lo entrega al morocho.

–Le avisaremos por un altavoz cuando su pedido esté listo –le guiña un ojo.

Cassie asiente con la cabeza confundida y se voltea hacia los chicos.

–Sí, algún día –se dirige a Tate.

– ¿Te... Paso mi número? –le dice un poco nervioso.

–Ajá –Cassie le sonríe tiernamente. Yo creo que se dio cuenta de lo nervioso que Tate está.

Y en este rato, a Chip le toman la orden.

–Es este –Tate le hace entrega de un papelito con su número.

–Gracias –desvía su vista hacia nosotras y la vuelve con Tate–. Bueno, me tengo que ir. Fue un gusto, Tate –Cassie le da un beso en la mejilla . Ni Tate, ni nosotras nos esperamos eso. Valerie y yo nos volteamos a ver, sorprendidas.

–Igualmente, Cass –dice Tate, ahora aliviado. Cassie le sonríe ampliamente y se encamina hacia nosotras.

–Eso estuvo...

–Eran muy guapos –dice Cassie–, pero ahora tenemos que esperar nuestera orden y después irnos a comer al carro –ríe.

–Muy bien –dice Val.

Después de llegar al auto y comer Cassie pasa a dejarme a mi casa.

Subo las escaleras con cansancio y ya en mi cuarto pongo mi mochila en una silla en una esquina y el vestido lo pongo en la cama.

                                                                         Vas a ir a la fiesta??

Recibo un mensaje de Freddy, al cual no respondo. Suelo enojarme con él por cosas absurdas, quizás soy yo quien tiene los verdaderos problemas por el sólo hecho de estar enamorada de alguien que no me corresponde, pero he comprobado que es una ley de vida: buscas a quien no te quiere, ignoras al que te busca y si se aman mutuamente... Su amor no se puede.

Me meto en la ducha y espero a que el agua esté a la temperatura que a mí me gusta, me lavo el pelo, enjabono mi cuerpo y lo enjuago con la lentitud de una tortuga, no me importa llegar tarde a la fiesta porque no voy por mi cuenta, aunque no quiero fallarle a Cassie.

Salgo del baño ya lista o eso supongo yo, y me acerco al vestido rosa pastel con top negro, no estoy convencida de hacer esto. Saco el vestido de su protector y me lo pongo con facilidad, luego voy de nuevo al baño para observarme en el espejo.

¿Esta soy yo?

Sigo observando hasta que pienso que es suficiente. Me acomodo el pelo del lado derecho, aunque no me gusta, lo cambio. Voy en busca de la bolsa con los zapatos de plataforma rosa pastel y me los pongo, tomo una cartera que Mackenzie también quiso comprarme que hace juego con el vestido y hago memoria para saber si no se me olvida poner algo en la cartera aparte de mi teléfono, dinero y otras cosas por si se ofrecen. Bajo las escaleras animadamente y al abrir la puerta principal , me llevo con una gran sorpresa.

– ¿Lista? –pregunta Freddy.

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2015 ⏰

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