Dolor

590 79 37
                                    

Aquí siguen con la misma edad del capítulo anterior

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

¿Qué es el dolor? Hay diferentes tipos, el dolor de la soledad, el dolor de la infelicidad, el dolor de la inseguridad, Ismael ya había experimentado varios tipos de dolores exceptuando este El dolor del amor.

¿Cómo supo identificarlo?, al momento de haber sentido ese sentimiento tan extraño, le pregunto a la tercera persona que sentía que podía explicarle que era lo que le ocurría. Su madre, con el poco tiempo libre que ella podía brindarle, tuvieron una charla.

—¿Dónde te duele?— La mujer no apartaba la mirada del computador y ni siquiera dejaba de teclear.

—Mama, necesito que me escuches... enserio— aparto la mirada de la computadora y giro su silla para ahora tener su vista fija a su hijo. —¿Qué significa o como se le dice cuando sie-entes un dolor en el corazón?—  Ismael titubeaba y se sentía nervioso. —No sé, un infarto... mira tengo mucho trabajo ahora amor ¿Podrías preguntarme después? Por favor— Ella volvió su vista a su trabajo, ignorando como siempre a su hijo.

Si no podía responder sus dudas su madre, él sabía perfectamente quien sí podría responderle... la señora Marzia, la madre de Raúl.

Era de tarde, aun podía salir de casa sin sufrir peligro alguno, obviamente le aviso a su mama que saldría a la casa de Raúl, aunque no servía de nada porque solo respondía con su desinteresado "mjum"

Cuando llego a la entrada de la casa de Raúl pudo ver que no se encontraba, pues su auto no estaba pero de todos modos Ismael no buscaba a su amigo sino a la madre de él. Golpeo la puerta y la mujer que era casi como su segunda madre le abrió.

—Hola Isma, que bueno verte pero si buscas a Raúl el no...—

—Perdón por interrumpirla pero yo quisiera hablar con usted— Marzia dejo que el pequeño pasara. —Dime ¿de qué quieres hablar?— la mujer lo guio a la cocina, saco jugo de la nevera y lo sirvió en un vaso —Siéntate Isma, ten— Le dio el vaso, y también tomo asiento.

—Mi madre estaba ocupada y no tenía a nadie más a quien preguntarle ¿Cómo se le dice cuando sientes un dolor en el corazón?—

—¿Te sientes mal Isma?—

—No es nada de mi cuerpo... bueno si pero no sé cómo explicarlo—

—Creo que ya sé que es lo que tienes, ¿Ese dolor es más grande cuando estas cerca de una persona en específico, verdad?— el asintió. —¿Te sudan las manos, te sientes incomodo, y sientes como unas mariposas en tu estomago?—

—¡SI! Pero ¿Cómo se le llama a eso?— Tomo un sorbo de su jugo de naranja pero al escuchar la respuesta de la mujer casi lo escupe —Amor—

Se escuchó como la puerta de la casa se abría para después cerrarse bruscamente y los dos se sorprenden con la presencia de Raúl.

—¿¡QUE!? ¿Quién está enamorado?— Pregunto sorprendido el recién llegado.

—El— Respondió sonriente y señalando con su dedo índice la mujer al niño que estaba completamente rojo como un tomate, viéndose adorable para los ojos de Raúl y su madre.

—Dime quien es la niña desafortunada de la que estás enamorado— Eran una broma típica de los dos pero pareció que Ismael no se lo tomo muy bien pues cuando Raúl levanto la mirada pudo ver como las lágrimas del más pequeño comenzaban a salir.

—¡Raúl! cuantas veces te he dicho que no seas grosero con Ismael— El pequeño salió corriendo al baño y se encerró él.

No lo había hecho llorara desde que Ismael tenía 5 años, lo quería demasiado y no fue un buen sentimiento para Raúl ver como su amigo lloraba. Subió las escaleras y golpeo la puerta del baño donde escuchaba los sollozos del pequeño —Isma, perdón no quería que...—

—Cállate y vete imbécil— Era un poco raro escuchar al pelinegro decir groserías y Raúl se sintió aún más peor al darse cuenta que había provocado que el menor se enfureciera.

—Ismael, déjame entrar por favor— Saco una moneda del bolsillo de su pantalón, sabía perfectamente que no le dejaría entrar, coloco está en la serradura y abrió la puerta antes de escuchar la respuesta del niño que obviamente seria un NO.

Raúl lo abrazo por la espalda, colocado su rostro en el cuello de Ismael, este sintió su cara arder rápidamente, sintiéndose un poco incómodo   —Perdóname, yo sé que esa niña estaría muy feliz de ser tu novia, dime ya le has dado un... beso— El mayor aun seguía en esa extraña posición y susurrando las palabras para incomodar al menor.

Ismael se dio la vuelta y abrazo a Raúl y siguió llorando, esto desconcertó al castaño pues este no sabía que todas esas sensaciones extrañas que experimentaba Ismael no eran a causa de una niña de su edad sino de un Hombre mayor... de su mejor amigo.






——————————
Y si tan solo hubiera apreciado más tus sentimientos y darme cuenta a tiempo que no podía seguir de esa manera...

Nuestra Hermosa Amistad { Wisplay }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora