-Lastimar a mi novia es la peor de las ofensas. -Dijo Lucas tronándose los dedos. -Me imagino que sabes lo que te espera.
Ahí estaba yo, escuchando toda esta basura...
-Y eso me lo dicen los bravucones...
-Que dijiste demonio? -Se quejo.
-Demonio? Yo? Como puede ser? -Me tape la cara unos segundos y me concentre. -Si ustedes son los malos... -Saque mis manos para que vieran mis ojos negros. -...no es así?
-Q...que?
-Que les paso a tus ojos?
-N...no eran azules?
-Ah, mis ojos? Solo cambiaron de color... ustedes no pueden hacer eso?
-Ah... entonces tenias lentes de contacto... -Dijo uno nervioso.
-Que son estos "lentes de contacto"?
-Q...que eres? -Me reí. Todos retrocedían excepto Lucas y la chica de pelo violeta.
-Su peor pesadilla. -Me acerque a ellos lentamente. -Ahh, ya me canse de estos jueguitos. -Acá vez retrocedían mas. -Donde esta?
-Es...esta quien?
-La sacerdotisa mayor...
-No sabemos de que hablas...
-Si, estas loco o que?
-Bueno... si ustedes no saben nada... se termino la fiesta. -Apenas termine de hablar, del cielo cayeron mis centinelas y todos me miraron impacientes.
-Jefe, que deberíamos hacer? -Mire a los chicos aterrados y sonreí vilmente.
-Déjenme a esos dos. -Señale a Lucas y a la chica. -Son míos.