" Un solo reflejo " - 3a. Temporada.

Capítulo 19 : " Cambiando"

Michael (P.O.V)

Las lágrimas continuaban rodando sin pausa por las mejillas de Taylor como era lógico. Se encontraba sentada en el sofá de casa rodeada por el cariño que todos los presentes sentíamos por ella. La situación era difícil pero no la dejaríamos sola después de lo ocurrido. No podía imaginar qué debía sentir dentro tras haber conocido realmente a la persona que le ha estado acompañado durante tantos años. Su compañero, su pareja, años atrás amigo... Ahora sólo se trataba de una sombra más del pasado que poco podría significar para su presente.

Volví a mirarle, atreviéndome a proteger una de sus manos con la mía mostrándole mi apoyo incondicional y mi amor por esa mujer que había traído al mundo a la persona más maravillosa que de no ser por ella, no habría conocido jamás. Sus ojos, me miraron por un instante fugaz antes de que pasara un pañuelo por sus párpados seguramente, pensando que esa sería la última vez que tendría que retirar sus propias lágrimas. Escasos restos de maquillaje descansaban bajo las pestañas de Taylor mientras se formaban pequeñas arrugas a su alrededor, volvió a sonreír como hacía un minuto tratando de engañarme.

—Lo siento —volví a repetir antes de que su mano pasara a proteger la mía.

—Se acabó. Es mejor así.

No dudaba que Taylor era una mujer fuerte y luchadora, pocas veces la habíamos visto derramar lágrimas por dolor. Sabía emocionarse por alegrías que nos ocurrían pero cuando algo malo nos alcanzaba, su fuerza se anteponía a aquellos sentimientos más vulnerables y luchaba con nosotros. Como una verdadera madre. Como una verdadera mujer.

—Por si acaso lo repetiré unas cuantas veces más.

Esa sonrisa de antes, apareció de nuevo justo antes de que me levantase del sofá al ver como Michelle volvía a salir de la cocina con otra taza más de tila para su madre. Mientras avanzaba hacia ella sin dejar de mirarle, pude sentir como Janet aprovechaba para rodear a Taylor con sus brazos y animarla un poco más. Parecía que íbamos por orden de consuelos. Dentro de unos segundos, le tocaría a su propia hija una vez más.
Pendiente de la infusión no iba mirando otra cosa, detuve a Michelle a mitad de camino pues no habíamos tenido ocasión de hablar. Tras ver como John se marchaba de Neverland, Michelle no se separó de Taylor, acto totalmente razonable pero había una parte de mí que ansiaba pedirle perdón a ella también... Seguía siendo el cumpleaños de nuestro hijo.

—Me gustaría... Hablar más tarde contigo, por favor —dije en voz baja mientras mi mano se amoldaba a su brazo.

Ella, parpadeando, de forma nerviosa asintió cuatro rápidas veces antes mirarme directamente a los ojos como casi siempre solía hacer cuando le hablaba. Pero esta vez parecía no estar ahí. Su rímel también descansaba bajo la piel de sus pestañas y su sonrisa no estaba por ninguna parte. Ni pretendía aparecer. Algo lógico también. ¿Quién fue John para Michelle? Al principio ella tuvo que asumir que su madre era joven y tenía derecho, tras dos años sin su padre, a rehacer su vida con otra persona. Otra buena persona. Aunque ese no fue el caso. Consiguió aceptar que así debía ser y podía jurar que en algún momento quiso a John, aunque no como padre pero sí como la persona que cuidó de Taylor por un tiempo. Y ahora... Ese cariño también debía asumir que no era recíproco.

No dijo nada pero que asintiera me hizo saber que enfadada no estaba. Decepcionada, dolida, triste... Y yo la ayudaría con todos esos sentimientos y emociones que no merecería. Yo me quedaría con ellos en un sólo pestañeo si quisiera.

Iba a girar pero volví a detenerla, viendo como ahora sus dos manos rodeaban la taza azul con la que cargaba: —ya la echo de menos.

Sabía a lo que me refería. A su sonrisa. A esa curva graciosa que creaba perfectas arrugas junto a sus labios, esa línea amplia que dejaba paso a carcajadas sonoras que mis oídos adoraban por solo proceder de ella. Me entendió. Lo vi en su mirada antes de girar para sentarse junto a Taylor, a la que no dudó en abrazar y besar en la mejilla en cuanto la tuvo cerca.