Prologo.

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No puede ser. Otra pelea. Otra puta pelea más.
¿Por qué?
Se suponía que lo había dejado, que ya no era necesario que pelease para ganar dinero, se suponía que había encontrado un jodido y decente trabajo. Que ya no había que pagar esas estúpidas apuestas que hace sin pensar en las consecuencias.
Pero claro, yo soy la tonta que siempre le cree todas sus estúpidas promesas.
Lo dejo sólo recogiendo el dinero que acaba de ganar y me meto en el coche, sentándome en el asiento del copiloto a esperarle. No tarda en llegar al coche y sentarse al volante tirando el dinero a mis piernas. Está enfadado, él no creía que le pillaría. Él se cree que soy una completa estúpida.
Enciende la radio y arranca.

Nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora