Serenades are with other type of music but fuck it I will play "Irresistible"

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Nota: Lo siento por todo el Ooc que se siente en esta cosa, pero necesitaba escribir algo de ellos o moriría. Me lo dijo el doctor...

Era de conocimiento popular que en esta época la religión y la ciencia no se llevaban muy bien. Habían evolucionado a ser dos ideas tan diferentes que el simple hecho de juntarlos en un lugar lograba generar un choque cultural bastante interesante, aunque muy difícil de mantener controlado sin llevar problemas de por medio.

Hiro y Miguel se odiaban uno al otro desde que habían intercambiado palabra en la plaza central de Santa Cecilia hasta ahora que ya cada uno rebasaba los veinte años de edad. Era un desmadre cuando ambos se encontraban en el mismo lugar, incluso parecía que necesitaban discutir por cualquier pequeñez que el otro dijera.

Era raro, porque los Rivera se llevaban bien con el extranjero y, en sus propias palabras, les parecía un muchacho muy educado y servicial.

La verdad era que a los ojos de Santa Cecilia ambos jóvenes eran una persona totalmente diferente frente al otro.

Si el asiático comenzaba a parlotear sobre tecnología y que el futuro dependía de los nuevos avances científicos el moreno ya estaba generando su contraataque; si Miguel entraba en su modo poeta-mariachi Hiro no tardaba en hablar sobre como la música solo era una forma sensible y lógica de organización que combinaba coherentemente sonidos y silencios, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos que el músico no entendería.

La señora de los tamales decía que una vez uno de ellos casi agarra a guitarrazos al otro.

Todo mundo sabía que se caían de la patada y no parecía haber nada que fuera a cambiar eso. Por eso fue una sorpresa descomunal para la familia del mexicano (y toda la cuadra) cuando una noche fueron despertados de golpe por Hiro quien tocaba frente la puerta de entrada, con mucha energía y una guitarra eléctrica, lo que suponían era una declaración de amor.

Resaltando "suponían" porque el chico aún no había entendido bien lo que era una serenata por esos rumbos y el ritmo de la canción tiraba más a un estilo rock-pop, agregándole que estaba en inglés y nadie presente captaba la letra.

El asombro fue mayor para los espectadores cuando la persona que salió a tirar el balde de agua fría fue el mismo Miguel Rivera. Había tenido la misericordia suficiente para aventarlo a un lado en forma de advertencia y no sobre el genio; estaba molesto no desquiciado, sabia lo jodidamente caro que eran ese tipo de instrumentos musicales.

— ¿¡Que rayos te sucede, Hamada!? ¡Son las dos de la mañana! —gritó el moreno desde la entrada tan rojo como el polerón que llevaba puesto—. ¿¡Acaso quieres despertar a todo el pueblo!?

La expresión coqueta del mencionado no le ayudo a relajarse, es que esa actitud retadora y victoriosa que se traía a donde quiera que ponía el pie le hacía hervir de coraje, sentía como si no importara lo que hiciera siempre perdería ante él de alguna u otra manera. Lo juraba, ese muchacho se acarrearía problemas algún día gracias a eso.

— ¿Te gusto la canción? La escogí especialmente para ti, cumplí lo que prometimos ayer en la tarde—respondió con total seguridad y algo burlón desde la distancia, resguardado en caso de que a Rivera se le ocurriera lanzar otro cubetazo—. Aunque debo decir que en mi cabeza me lo imagine mejor planeado, más cursi o con menos agua. 

— ¡Estaba bromeando, cabeza de cacahuete, no creí que te lo tomarías tan enserio!

— ¡Soy hombre de palabra, Miguel, quedamos en que vendría a tocar una serenata a mi manera y aquí la tienes!

— Dios mío, Hiro, por favor vete de aquí. Mi familia me va a regañar por tu culpa. 

— Meh, creo que aún tengo energía para tocar una más, ¿qué dices?~

— Quiero que la tierra me trague —contesto escondiendo su rostro entre sus manos.

Rivera estaba que se desmayaba en su lugar, sabía que la gente los estaba escuchando detrás de las cortinas; no podía ponerse más rojo de la vergüenza mientras intentaba ocultarse con la gorra de su chaqueta y se daba la vuelta para no tener que ver al otro a los ojos. Le dio una sensación de mala leche que le recorrió por todo el cuerpo cuando el muchacho de expresiones orientales le dedico otra de esas sonrisillas engreídas y se acercaba hasta él a paso lento antes de abrazarlo por detrás.

Aunque cualquiera pensaría que estaban intentando matarse el uno al otro a mitad de la calle, Miguel forcejeaba para no dejarse abrazar y Hiro se mantenía aferrado a él de una forma que era dolorosa de ver. La guitarra eléctrica estorbando entre ellos. 

Esa noche pasaría a la memoria de toda la familia Rivera, y la cuadra; al menos hasta el momento en que el músico les presentara en un par de semanas más adelante al extranjero como su pareja de forma oficial. 

La verdad, nadie estaba sorprendido para ese punto. 

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Esto es como una pequeña introducción.  

No me arrepiento de nada aunque haya quedado muy caca, aparte de que es demasiado corto y yo tengo un examen de biología que presentar mañana hahahahaha

No estudie. 

Se lo dedico a Fycest (Yusunaby, pues quien más), porque fue this dude quien me metió al ship y yo me deje consumir poco a poco por estos dos. Le daré continuidad en pequeños relatos con forme se me vayan ocurriendo las ideas, porque hace días tenia muchas ideas pero hoy al sentarme a escribir todo se fue a la puta. 

Y sí, la canción que Hiro toca es "Irrisistible" de Fall Out Boy, que es la misma banda que toca "Immortals" en la película de BH6 xD

Me voy arrepentir de haber publicado esto mañana cuando despierte. 

La música es una ciencia...de alguna forma [Hiroguel/Higuel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora