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El rubio miro por unos segundos al azabache Uchiha, con esos ojos que solo reflejaban la frialdad del invierno propio, quito su posición de defensa y la cambio por una normal, algo que relajo a muchos incluyendo a Sasuke que hasta había abierto los brazos para recibirle en ellos con gusto.

Ya estaba muy cerca, y Sasuke sonrío con un ligero sonrojo al verle enfrente de él.

Eso no duro mucho, Naruto con chakra rojo en manos solamente trato de lastimar al hombre frente a él con sus manos que tenían apariencia de garras, todo esto detenido por la katana de Sasuke que le salvo a último momento.

—¡Naruto reacciona!— Le grito en el rostro que no tenia expresión alguna.

—Jajaaja, así que tiene un poco de chakra de la bestia aún, eso no me lo esperaba— Decía Kanaye viendo la escena divertido —No funcionara, este jutsu es tres veces mas fuerte que el de Kabuto, no lograras nada, veo difícil que incluso Madara se pudiera librar de el.—Continuo hablando.

Naruto miraba a los ojos a su oponente, retiro el chakra del de nueve colas y prosiguió a separarse.

Kage bushin no jutsu— Dijo con un sello en sus manos.

Dos clones aparecieron a su lado en bolas de humo, el cuerpo original se sentó en el suelo en pose de loto y cerro sus ojos, poco a poco se concentro primeramente en mejorar sus fuerzas, pequeñas cosas aparecieron a su alrededor tapando las heridas de antaño, su mano ya estaba hecha pero aun faltaba una que otra parte y en su pecho aun estaba aquel grande orificio que le había arrebatado la vida y que estaba siendo totalmente cubierto.

—¡No lo dejen obtener chakra!— Exigió Shikamaru.

Todos, sin excepción, comenzaron a atacar a aquellos clones que no querían dar el paso libre, estos atacando rápido y regresando a su puesto original.

Sharingan— Susurro Sasuke con dolor.

Su ojo obtuvo un diseño digno de un Uchiha, y con este miro a su pareja. La cual se levantaba con aquellos ojos tan peculiares que anunciaban que estaba en su modo ermitaño. Ino estaba tosiendo sin parar por aquel corte que si no fue mucho el daño el dolor era otro tema, Sai se mantenía a su lado negándose a separarse de su amada, Sakura seguía de pie, al igual que el resto que si jadeaban se mantenían atentos, incluyendo a su hijo que hacia lo posible por pararle sin lastimarle. 

Naruto desapareció sus clones y se dirigió hacia Sai específicamente, claro, quería eliminar a los heridos primero. Sai con su katana corta trato de evitar el ataque que su amigo usaría en el combate cuerpo a cuerpo.

Ninpo: shinken shirahadori

Naruto había atrapado la katana con sus manos al desnudo, y después de esto sonrió con sorna al ver el rostro asustado de Sai que no se retiraba al correr el peligro de que el rubio hiriera a su esposa. Naruto giro con elegancia su delgado cuerpo, dandole un fuerte golpe con chakra en el rostro con el frente de su rodilla.

El chico de piel pálida callo de dolor sosteniendo su quebrada nariz, pero rápidamente se levanto para servirle de escudo a la rubia.

Naruto levanto la katana corta que le había arrebatado al de piel pálida, y cuando esta estuvo cerca de este, paro.

—¡Sai!¡Lleva a Ino al hospital!— Sai sin objeción alguna tomo a su mujer en brazos y salió de la zona.

El rubio con movimientos lentos y temblorosos miro el suelo, donde una sombra le mantenía quieto.

—Se lindo y quédate quieto en lo que llegan refuerzos— Ordeno Shikamaru ya sudando, pues su oponente mantenía mucho su resistencia, sin que se diera cuenta Sakura se posicionó detrás y coloco sus finas manos en la espalda del varón. 

Byakugo no in— Dijo la de ojos jade.

Lo que parecía una gema en su frente se extendió dandole la apariencia de estar pintada, pronto Shikamaru sintió sus fuerzas restauradas y continuo inmovilizando a su camarada. Pasaron cinco minutos y el modo ermitaño ya había llegado a su final, por otro lado de poco en poco se notaba como la expresión de Naruto se ponía cada vez mas contraída.

—No esta, Maru no pudo rastrearle, es como si la tierra se lo hubiera tragado- informo Kiba que llegaba montado sobre su perro de diez años, cachorro de su amado Akamaru.

—Ese maldito...— Se quedo Menma frunciendo el ceño

—Después le rastreare, y me asegurare de que no vuelva a ver el sol— Aseguro Sasuke mientras alborotaba el cabello azabache del menor.

—¿Menma?— Se escucho.

Todos se sorprendieron por la voz tan reconocida, Naruto aun tenia su esclerótica seguía de un color onix, pero su iris ahora tenia aquel color que todos extrañaban.

—¿Qué esta pasando?¿Qué estoy haciendo aquí?— Pregunto muy confundido.

—Naruto— Susurro Sasuke emocionado y aliviado.

—¡Papi!— llamo Menma en un grito mientras guardaba su katana en su funda y salía corriendo.

—¡Menma!— grito de regreso el rubio con lagrimas de felicidad. 

Naruto y su hijo se dieron un abrazo, mas bien este siendo dado por parte del menor que lloraba de felicidad, mientras que el rubio recibía gustoso el abrazo al no poderse mover.

—¡Papi!¡Eres tu, de verdad eres tu!¡Te extrañe!¡Por favor no me dejes, prométemelo!— Suplicaba Menma que no se despegaba del cuerpo que lo había mantenido dentro nueve meses.

—Menma...— Susurro con tristeza el rubio.

Sasuke se mantenía unos pasos mas al frente, pues sabia que su hijo no se despegaría del doncel por un buen rato, ¿Y quién lo culpaba? En su lugar tampoco lo haría.

Muy a lo lejos, Kanaye miraba esto con frustración, ¿Por qué no le soltaban si era él? El tiempo era oro y para probar que había superado al hombre que había admirado por tanto tiempo necesitaba destruir un pueblo, pueblo tras pueblo hasta acabar con el país del fuego.

Por otro lado, todos estaban felices, creían que su amigo había roto aquel lazo que lo unía con el causante del jutsu, sin embargo, a pesar de tener unas grandes ganas de abrazar al doncel sabían que debían darle tiempo para que sus azabaches favoritos le soltaran. Shikamaru con una sonrisa deshizo en jutsu de sombra que mantenía al chico inmóvil.

Gran error.

A lo lejos un moreno volvía a juntar sus manos de manera peculiar.

Y después las pupilas e iris cambiaron a color blanco, nuevamente, tomo la katana de la funda de su hijo y movió de manera rápida su brazo.

—¡Menma!— Gritaron al unísono todos los presentes, todos preocupados pero no tanto como Sasuke que tenia miedo de perder lo ultimo valioso para su mundo que tenia aún vida.

Del Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora