Demonio: El comienzo del fin(Pausada)

Capitulo 1

Despierto como cada mañana a las 06:40am sin preocuparme por llegar tarde al instituto. Voy al baño a cepillar mis dientes y hacer mis necesidades, salgo sin mirarme al espejo, me pongo el uniforme y bajo a la cocina para preparar mi desayuno que consiste en un café con tostadas para despertarme totalmente.
El reloj marca las 07:00am por lo que termino de desayunar y salgo a paso apresurado hacia el instituto que esta a unas 10 cuadras de mi departamento.

-¡¡Hey Blake!!-escucho que alguien me llama.

Me detengo para ver a Jack pero sin darme opciones, mi mejor amigo salta a mi espalda por lo que casi caigo.

-Hola Jack, no hace falta esta clase de saludo sabes-respondí un poco harto por su brutalidad.
-Claro que sí, que harías sin mí-soltó con una sonrisa.
-Vivir en paz con el mundo y el universo en su totalidad-respondí con una expresión de paz absoluta.
-Retractateeee!!-exclamó saltando a mi espalda de nuevo.

Luego de una pequeña "batalla de titanes" nos dispusimos a llegar al instituto corriendo como atletas olímpicos ya que llegábamos tarde y el profesor nos odiaba.
Divisamos el portón del colegio pero nos encontramos con el director que sin dudar nos detuvo.

-Señores Anderson y Roberts, por qué llegan tarde esta vez-nos saludo sin una pizca de sorpresa.
-Es queee...-no se me ocurría nada.
-¡Un ladrón!-soltó Jack de la nada.
-¿Que?-soltó el director con una incredulidad palpable.
-Ehhh, vimos a un ladrón en un callejón intentando robarle dinero a una mujer y actuamos rápidamente siendo nosotros dos contra uno-creé una historia a la velocidad de la luz.
-Y qué pasó con ese ladrón-preguntó buscando un error en mi historia.
-Se lo llevaron los policías hace unos 10 minutos, no escuchó las sirenas profe-respondió un nervioso Jack.
-No las escuché, les dejare pasar esta vez. Pero esta será la última vez que les perdono su llegada tardía, no me importa si salvan al mundo de la destrucción ya no los dejaré pasar-soltó a lo que Jack y yo asentimos y caminamos hacia nuestro salón.
-Estuvo demasiado cerca, un poco más y nos descubría-dije más relajado.
-Hey bro, eres mi héroe, cómo se te ocurrió todo eso-respondió con una sonrisa.
-¡Ha! Eso no fue nada, soy un máster-respondí con mi mejor cara de engreído.

Seguimos charlando hasta que llegamos al salón y tocamos la puerta.

-Señor Anderson y probablemente el señor Roberts, adelante-dedujo el profesor de física, Marcus.

Abrí la puerta y entré junto a Jack, el profesor nos dio una mirada severa. No sabía que iba a hacer, él no se tragaría mi cuento. Jack intentó hablar pero ni siquiera logró articular una palabra al igual que yo.

-No importa, los dejaré pasar esta vez, siéntense-interrumpió nuestros fallidos intentos de comunicación.

Nos sentamos en nuestros respectivos lugares y el profesor continuó la clase hasta que la hora del recreo llegó.

Al levantarme del asiento un escalofrío recorrió mi espalda y sin poder evitarlo miré por la ventana donde logré divisar que el cielo estaba rojo. Sin poder evitarlo me tensé.

-¡¡¡Blake!!!-escuche la voz de Jack. Me sobresalté y di un pequeño salto echando mi silla.
-Oye, cálmate, ¿qué sucede?-dijo curioso por mi reacción.
-N-nada, solo me desconcentré-respondí mirándolo a la cara.

Volví a mirar por la ventana sólo para encontrarme con que el cielo estaba celeste.

-¿Te pasa algo?-preguntó Jack.
-No, sólo vayamos a la cafetería-respondí confiando en que lo que ví fue una ilusión o al menos eso quería creer.

En el camino Jack no paraba de hablar pero yo seguía con la sensación de que algo malo iba a pasar por lo que casi no lo escuchaba.

-¡Oye! ¿Me estas escuchando?-la voz mi amigo me sacó de mis pensamientos.
-Claro ¿Por qué preguntas?-respondí disimulando.
-Soy tu amigo y sé muy bien que no me estás escuchando, ¿en qué piensas?-respondió más serio de lo normal.
-Yo ehhhhh-estaba en blanco, no quería molestarlo con imaginaciones mías.
-¡Ya sé! Cupido te ha flechado ¿verdad?-exclamó con una sonrisa pícara.
-¿Que? Claro que no-debí suponer que pensaría eso.