FANBOY ; jimsu

Pulsera de la distancia

Una semana había pasado desde que los tres chicos había llegado a Daegu. Para sus parejas, habían sido la mejor semana de sus vidas y no podían estar más felices. Al fin todos juntos en persona. Sin la necesidad de sentirse afectado por la distancia y las barreras. Todos sabían que la visita duraría un par de días más, así que la nostalgia no tardó en llegar a la casa. 

Durante todos sus días de estadía, los recién llegados durmieron en la casa del de labios gruesos, mientras que sus parejas los acompañaban desde muy temprana hora en la mañana y hasta lo más tarde posible en la noche, a excepción de YoonGi. Su padre no lo dejaba salir de casa si iba a ver a sus amigos, pero en las excepciones, todos los créditos iban dirigidos a la madre del pálido. 

JiMin había preparado un pequeño obsequio para su novio, el cual no veía hace dos días por razones desconocidas. Todos en la casa sospechaban que el padre del grisáceo tenía algo que ver, pero no estaban seguros. YoonGi no había tenido contacto alguno con ninguno desde el día que lo vieron por última vez. No se había conectado a Whatsapp ni a Instagram y sus amigos estaban bastantes preocupados. Hoseok trató de entrar a su casa y hablar con él, pero su padre se lo impidió.

Bastante sospechoso a su parecer.

SeokJin suspiró derrotado mientras se dejaba caer sobre el sillón de su sala y tomó un sorbo de su jugo de naranja.

-¿No te molesta el hecho de irte y no haber aprovechado todos los días con YoonGi? Tomando en cuenta que le has preparado algo, supongo que debes sentir algo de impotencia- exclamó interrumpiendo el silencio de la sala.

JiMin despegó su mirada de la pantalla de su celular y lo dejó a un lado. Recogió sus piernas apegándolas lo mayor posible a su abdomen y dejó reposar su cabeza sobre sus rodillas mientras asentía en dirección al rubio. Jin se puso de pie mientras se acercaba al cuerpo del menor y lo rodeó con ambos brazos. Todos los demás chicos habían salido a comprar algunas cosas mientras que ellos se quedaron en casa para ordenar y cocinar algo para el almuerzo. El rubio le narró algunas anécdotas de cuando estaban en la escuela, haciendo reír a JiMin, el cual no pudo evitar sonreír bobamente al imaginarse a su novio con sólo 15 años.

-YoonGi era bastante atemorizante para serte sincero. No era tan sociable como es ahora. Ha crecido mucho, a pesar de la familia y la vida que le tocó, jamás dejó de luchar ni de tratar de salir adelante. Es un chico que vale la pena Jiminnie. Cuídalo por favor.

El azabache asintió mientras correspondía al abrazo del mayor y rió repentinamente.

-¿Qué es tan gracioso?

-Imaginarme a YoonGi-hyung de pequeño me da tanta ternura. De seguro lucía como un gatito o algo parecido.

-Bueno- exclamó Jin mientras se separaba del cuerpo contrario y tomaba asiento a su lado- Era bastante adorable para serte sincero, pero no era mi tipo. Él es pasivo y yo también y pues, pasivo con pasivo sería igual a lesbianismo.

Ambos chicos trataron de mantenerse serios, pero no duraron mucho, ya que empezaron a reír a fuertes carcajadas.

-¡Se pasó Jin-hyung!- exclamó JiMin mientras sentía su estómago contraerse de la risa.

Pasaron algunos minutos en los que se tranquilizaron y volvieron a tomar sus posturas neutras. SeokJin se incorporó nuevamente y le tendió la mano al menor, el cual la miró con el ceño fruncido.

-Acompáñame a cocinar. No falta mucho para que los demás lleguen y no hemos hecho nada.

El moreno asintió con una sonrisa y tomó la mano contraria. Guardó su teléfono en su bolsillo trasero y ambos se adentraron en la cocina. Cortaron las verduras entre risa y risa, pero la atmósfera se vio interrumpida por las vibraciones y el sonido de llamada del celular del menor. JiMin contestó con una sonrisa al percatarse del nombre, pero su ceño se desfiguró al escuchar algunos sollozos.