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Nota: la canción es para un momento especifico del capitulo. Se pondrá una nota cuando deban escuchar la canción.






Los niños habían corrido en busca de refugio contra la intensa lluvia que se había desatado, como la mayoría se encontraban en la enorme casa de madera de la cual se unían todos los juegos del parque, los niños empezaron a empujarse tratando de salir. Uno de ellos, un niño de tal vez unos ocho años termino en el suelo debido a eso, el pobre niño empezó a llorar con desesperación, llamando a su madre para que secara sus lágrimas y lo refugiara del frío y la lluvia; Min YoonGi, que vio lo que había pasado mientras seguía sentado en aquella banca, se dispuso a ayudar al niño pero no pudo hacerlo. No porque no quisiera, sino porque no pudo moverse, su mente se había puesto en blanco, su corazón se aceleró y su respiración se agitó, sentía como si un grifo se hubiese abierto en su interior desbordando como cascada sensaciones desconocidas y todo era debido al hermoso joven que auxilio al niño. Su cabello era negro y le caía por la frente de forma que su flequillo intentaba ocultar sus hermosos y grandes ojos, su piel parecía de porcelana, tan blanca, hacia un perfecto contraste con la noche que eran sus cabellos, su boca era pequeña pero sus labios eran carnosos y muy rosados. Usaba un suéter gris, unos jeans claros algo desgastados y unos tenis blancos.

"Un ángel", pensó YoonGi.

Había visto y conocido a gente atractiva pero ese chico era mil veces mejor que cualquiera, era la representación exacta de la belleza, era como la obra de arte perfecta y que no vino de la imaginación de ningún excéntrico pintor o escultor, sino que era de carne y hueso, tan real como el aire que se escapaba de los pulmones de YoonGi.

El ángel corrió con un paraguas azul en la mano y después de ayudar al niño a levantarse del suelo, secar sus lágrimas y asegurarse de que la herida que se hizo el menor al caer esa solo un pequeño raspón, le sonrió, dándole a entender que todo estaría bien, que no llorara más porque él se aseguraría de curarlo y levantarlo cada vez que cayera. Si, sin duda su sonrisa era de esas que están plagadas de amor, de bondad, de buenos deseos y lo hacía lucir el ser más inocente con sus ojos que parecían dos rayitas; y fue justo ahí cuando Min YoonGi se dio cuenta que el chico no solo tenía una belleza inhumana sino que también poseía la sonrisa más hermosa del mundo.

Le ofreció la mano al niño quien ya había dejado de llorar y que tomo gustoso para juntos alejarse de la casa de madera posiblemente con rumbo a su hogar y sin darse cuenta que dejaban atrás a un YoonGi incapaz de reaccionar, incapaz de buscar refugio de la lluvia, incapaz de entender porque sentía un vacío en el pecho al ver que el ángel desaparecía en la distancia y que probablemente no lo lo vería nunca más.

Así que él  seguía ahí con la mente perdida en esa sonrisa, intentando resolver el problema en que se habían convertido sus emociones. Euforia, alegría, asombro, miedo, enojo; no podía describirlo pero quemaba, lo que sentía quemaba como el infierno y eso lo hacía estremecer, le gustaba, no saber lo que sentía le gustaba porque no era como otras veces en las que miraba a su alrededor guiándose de los demás para  saber qué era lo que tenía que sentir. Por primera vez podía decir que esas emociones eran propias y como tal eran incomprensibles y caóticas, pero eran suyas y estaban ahí para hacerlo sentir vivo, como nunca antes lo fue.

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Corrió tan rápido como pudo cuando su mente regreso a la realidad, pero ya era tarde, la lluvia lo había bañado por completo y al llegar a casa recibió un regaño por parte de su madre por no haber regresado antes.

The highlight of my lowlife//YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora