Capitulo 2. De una votación a una declaración de guerra.

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Capitulo 2. De una votación a una declaración de guerra.

Levanté algo mi vista y le vi, su pelo despeinado como lo solía llevar, el cuello de su camisa subido y sus ojos verdes con algunas ojeras. Pasó por mi lado como si nada. Lo miré fulminante y me levanté a duras penas. Mientras me sostenía en una pierna le grité.

-¡¿Eres tonto a caso?! – Todo el salón paró a verme, de seguro estaba tan roja de la furia qué pensarían que soy un demonio.

-¿Qué has dicho? – Dijo dándose la vuelta con una ceja alzada.

-Ah, perdona, tonto es demasiado corto, idiota debería decir. – Me corregí y él se acercó a mí a paso amenazante.

-Valla, valla, si es Izumi Eda, mi pequeña amiga de infancia.

-No soy tu amiga, yo no sería amiga de un idiota sin neuronas como tú. – Contesté mientras le miraba entrecerrando mis ojos y señalándole.

-¿Tan rencorosa eres?

-No, pero que te tiren al suelo cuando recién te haces una herida en la rodilla no es como para ponerse de buenas. – Respondí mientras me cruzaba de brazos. Su vista bajó hasta mi rodilla, la cual estaba entre morada y roja con algo de sangre.

-Torpe. – Dijo entre dientes mientras se volvía hacia un asiento, no pude responderle tras escuchar el abrir de la puerta tras de mí.

El profesor entró, parecía alegre, para ser el primer día de clases no pensaba que su humor fuese así. Normalmente solían aparentar somnolientos y de mal humor. Sus ojos marrones eran raros al ser claros y su cabello tenía pequeños mechones rubios.

-Bien chicos, seré vuestro tutor, el Sr. Fuchida Koto. – Se presentó, las chicas pusieron ojitos y pestañeaban sin parar, ¿qué e veían? Suspiré y miré hacia otro lado. Para mi desgracia, el señorito Hotaro tenía su vista, horriblemente molesta, en mi, idiota. Mis ojos, volvieron a la pizarra, donde el profesor seguía explicando cosas que haríamos este curso.

*^*^*^*^*^*^*^*

Llegó el recreo y como siempre acudí a la cafetería, que por cierto, hoy estaba completamente llena, me tuve que conformar con un pequeño trozo de pan dulce que me dio la encargada al encontrar un pequeño hueco. Me fui a clase, ya que era el único sitio donde creo, que estaba tranquilo, había un grupo de chicas cuchicheando y yo. Me senté en mi asiento y di un pequeño mordisco.

Terminé justo a tiempo ya que mi tutor ya había llegado y con él, el resto de alumnos, comenzamos a hablar de los delegados, el consejo estudiantil y de los diferentes clubs que se encontraban.

-¡Yo creo que el delegado debería ser un chico! – Gritó un chico de la fila del medio, las chicas lo miraron con furia, y creo que hasta estaban rojas, y yo no podía quedarme callada.

-Pues yo me presento para ser la delegada este año. – Dije alzando la mano y poniéndome en pie. En esta preparatoria, todos los años, no sé cómo, había un delegado chico, pero este año eso iba a cambiar.

-¡No es justo! – Refunfuñó el mismo, lo fulminé con la mirada y el tutor enarcó una ceja.

-¿Por qué cree usted eso señor Makoto? – Preguntó el tutor cruzándose de brazos.

-Porque las chicas solo sirven para limarse las uñas y maquillarse, en cambio los chicos somos mejores. – Contestó, yo me quedé boquiabierta.

-¡Eso no es cierto! – Chillé indignada, los chicos me miraban mal y entre ellos se encontraba ya sabéis quien.

-Profesor – Dijo la voz de alguien de la parte de atrás. Me giré y sus ojos verdes se rodaron a ver los míos unos segundos. – Yo quiero ser delegado también. – Los chicos dieron pequeños grititos de alegría mientras yo lancé un gruñido.

-Profesor, el es un irresponsable, no debería ni dejarle presentarse. – Respondí señalándole con el dedo.

-Señorita Izumi, Señorito Hotaro, haremos una cosa. – Comenzó el profesor. – Esta clase este año, no tendrá delegado ya que no hay muchos presentes de acuerdo, además de que no quiero que peleen por semejante estupidez. ¿Queda claro, alumnos?

Todos respondieron con un sí, menos yo, la cual me senté de golpe y molesta. Los chicos eran casi mayoría en nuestra clase, y eso no era justo. Terminó la hora y estábamos en el pequeño descanso de diez minutos, todas las chicas nos reunimos en un lado, mientras que los chicos en otro.

-Debemos demostrarles que las chicas somos mejores. – Dijo una chica rubia bastante alta.

-Yo también lo creo.

-¿Y si nos unimos a los clubs donde no hayan chicas? – Preguntó otras. Todas dijimos ideas y más ideas y yo solo asentía.

-Pues vale, entonces cada una a un club, pongan en un papelito sus nombres y aremos sorteo para ver quién se va a cual club. – Todas asentimos ante la chica que dijo esto, la cual parecía ser la ‘jefa’ de las chicas. Cogimos todas, un pequeño papel y anotamos nuestros nombres y comenzamos a dividir y a desdoblar papelitos.

-¿Izumi Eda? – Preguntaron tras un rato. Levanté la mano y lancé un “sí…” – Entraras al club de baloncesto. - ¿Qué acaba de decir? ¿Baloncesto? ¡Si se me da de pena!

-Sí… - Contesté algo sorprendida y a la vez asustada, solo espero que no sean bruscos o tendré que usar mi arma secreta.

Waw, al fin capitulo 2!! Me costó pero aquí se los dejo. ^^ Arigato por leer, espero sus comentariooos.

Demon Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora