El primer dragón

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Hay una leyenda que se cuenta de generación en generación entre las familias de los reinos.

Hace muchos siglos, un niño se encontraba sentado a la orilla de un pequeño lago a las afueras del antiguo Reino Rojo, el pequeño lloraba por la muerte de sus padres quienes habían sido asesinados dentro de la ciudad.

Una ciudad llena de lujuria y envidia, contaminada por un rey enfermo que mataba por diversión.

Una mujer de fuerte carácter de firmes músculos y poseedora de unos extravagantes ojos color rubí, rechazó al rey en matrimonio, anunciando su embarazo y su eterno amor por otro hombre, un plebeyo, el rey silencio y dejó que la mujer tuviera a su hijo y una vida feliz dentro de su ciudad, pero, pasaron los meses y el hijo nació, trayendo consigo las mismas facciones que su madre, el rey lo amo apenas sus ojos se posaron en él.

Los años pasaron y el niño cumplió sus diez amaneceres, el rey lo proclamó como suyo, pero su madre se opuso fervientemente.

Falsas acusaciones de levantaron en su contra, susurros se escuchaban en los callejones, malos pensamientos comenzaron a invadir la mente de las personas alrededor de esta familia, pues la belleza de la madre, era envidiada y deseada tanto por hombres como mujeres, "Tal belleza es inhumana" "Tales ojos no son de humanos" y así el Rey tomó aquellos susurros convirtiendolos en la sentencia de la madre quien fue asesinada por los guardianes del Rey, y el padre fue ahorcado por haber acogido y amado a un demonio.

Una vez asesinados los padres, todos los guardias y pueblerinos buscaron al niño, pero este había huido a las afueras de la ciudad, como le había indicado su madre en alguna extrema situación.

Ahora el niño lloraba la muerte de sus padres con gran pesar, recordando cada detalle de lo sucedido para no olvidar.

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La luna blanca y llena de luz le observaba, y curiosa preguntó:

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¿Por qué lloras pequeño?

¿Acaso mi luz no es suficiente para tu felicidad?

~

El pequeño niño alzó su mirada y unos hermosos ojos rubí contemplaron a la luna.

~

Eres muy bonita, pero mi dolor no cesará jamás, pues han asesinado a mis padres y yo nada pude hacer.

...

Ni siquiera darles sepultura.

~

La luna pudo sentir el dolor del niño en su interior, tal belleza dominada por la tristeza y crueldad humana, la luna sabía lo que el niño era, la luna amaba al pequeño, sus hermosos ojos rubíes le decían quién era, le decían que ella le pertenecía.

Entonces ella lloró junto al niño y dejó caer dos lágrimas a la tierra, dos lágrimas que descendieron al costado del niño quien al posar sus manos en ellas estas se convirtieron en huevos.

~

Dos de mis lágrimas son para ti, cuídalas, pues de ellas nacerán nuestros hijos, serán tú compañía, te amaran, respetarán y te cuidaran.

...

Cuando tu padre aparezca en el horizonte, yo me habré ido y mis hijos nacerán de su cálida luz.

No llores, pues ya nunca más estarás solo

...

Te amo.

Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora