Gerardo no podía creer lo que estaba pasando, su mirada se veía perdida ante tal desconcierto.
- ¿fue un sueño entonces? Le preguntó con un tono triste a Sindy.
-sí, seguramente Gerardo. Le respondió mientras lo ayudaba a levantarse.
Gerardo bajó la mirada y veía al bebé, que era un varón, el cual estaba entre la paja, desnudo, con su pequeño cuerpo morado y sin vida.
-fue tan real Sindy.... Le dijo mientras lo cubría con su saco.
-¿estas bien Gerardo? Le preguntó Jaime, quien se encontraba a unos metros cuidando de que no escapara la bruja.
-si Jaime, gracias. Le respondió un poco desanimado
-tranquilo, aún hay esperanzas de que estén vivos. Le dijo Sindy intentando consolarlo
-es cierto, pero temo que mi hija este así como este bebé.
-tenemos que darnos prisa para que eso no pase. Le dijo Sindy.
Caminaron hacia Jaime, y al llegar, Gerardo se sorprendió al ver a esa mujer que estaba justo como la había visto mientras estaba inconsciente, no tenía extremidades, tenía unas alas maltratadas, con patas de ave y con una cara humana, pero con rasgos de ave, era horrible.
-¿es Eliza? Le preguntó Jaime.
-sí, es ella. Le respondió sin parpadear, su mirada reflejaba un inmenso odio, Jaime nunca lo había visto así.
-¿porque no tiene extremidades Sindy? Le preguntó Jaime
-se dice que por las noches cuando se van a convertir en lechuzas, se quitan las piernas y brazos, y las guardan bajo su cama o en algún lugar que solo ellas sepan, dentro de su casa.
-eso no lo sabía. Le dijo Jaime sorprendido.
-¿pero cómo lo hacen? Le preguntó Gerardo intrigado
-no lo sé, lo único que sé, es que deben regresar antes del amanecer. Les explico
-¿por qué? Preguntó Jaime
-porque si no regresan, corren el riesgo de nunca volver a ser humanas, ya que se dice que antes cuando la gente sospechaba de que alguna mujer era bruja, entraban a su casa por la noche en busca de sus piernas y brazos, y si las encontraban, las quemaban para que así jamás pudieran volver a convertirse en humanas.
-¿entonces, eso es lo que tenemos que hacer? Preguntó Gerardo
-así es, y una vez que lo hagamos tenemos que quemarla a ella también, de otra forma no la podemos matar. Dijo Sindy
-pero antes, nos tiene que decir en donde están todos. Dijo Gerardo mientras sacaba su arma y la cargaba.
-Dinos!! le ordenó Gerardo
-habla!! Maldita!! Le gritó Jaime mientras le ponía el pie en su cara.
La bruja solo se retorcía en el piso, abría la boca y sacaba su lengua.
-¿en dónde están? Le preguntó Gerardo mientras le ponía la pistola en la cabeza.
-esta maldita no hablará, mejor busquemos sus extremidades a ver si así habla. Dijo Jaime molesto.
-sí, pero no sabemos en donde vive. Dijo Gerardo
-supongo que esta es su casa. Dijo Sindy, señalando la casa que se encontraba al frente, misma a la que había entrado antes Jaime.
ESTÁS LEYENDO
La Bruja
HorrorEl detective Gerardo, su esposa Camila y su bebé recién nacida, serán asechadas por una maligna bruja, quien no descansará hasta obtener lo que quiere. Pero ¿Quien es esta Bruja? y ¿Que es lo que quiere? Todo marcha mal, y los sucesos son cada vez m...