Comezó a llover torrencialmente, la mama de Finn le marcó para avisarle que no llegaría a la casa debido por la tormenta, y el padre de Finn estaba en Holanda en un viaje de negocios.
Mientras nosotros 2 veíamos Shrek, muy entretenida por cierto.
-Como te irás a casa? -preguntó Finn- no podemos llamar a un taxi, por la tormenta -agregó preocupado-.
-Creo que caminaré -comente-.
-¿¡Estas loca!? -gritó- La tormenta te mataría, mejor marcale a tu mama y le dirás que te quedarás conmigo.
-Como crees chico, es tu casa, tu privacidad -dije obvia-.
-Tarah, me harás encerrarte en mi sotano -dijo molesto-.
-Está bien...
Le marqué a mi madre y me dijo que era una buena opcion por que ella estaba alojada en casa de una amiga por la tormenta, y que confiaba en mí.
Hoy es Lunes lamentablemente y mañana habrá clases, eran mas o menos las 7:30 pm.
-Tengo Just Dance -dijo Finn divertido-.
-Soy un asco bailando Fineas -dije-.
-¿Fineas?, enserio, de tantos apodos guays elijes Fineas -dice tratando de sonar molesto-.
-Tu me dices enana, nisiquiera es original -rebatí-.
-Tuché.
Prendimos el tv y justo estaba el noticiero informando que mañana se suspendian las clases en todo tipo de colegios, institutos, y demás.
Eso significaba una sola cosa.
-NOCHE DE JUEGOS!!!!!-
(...)
Con Finn habiamos preparado una pizza nosotros mismos, dejamos una empolvadera en la cocina con toda la harina pero fue divertido.
-A pesar de todo está muy buena -dijo Finn con pizza en la boca-
-Claro, la cociné yo -dije con cara de egoísmo y me metí un trozo de pizza a la boca-.
-No empieces -dijo obvio-.
Yo solo reí.
(...)
Jugamos hasta tipo 4 de la mañana y decidimos por ver una peli de terror, yo le dije que vieramos IT pero él no quizo ya que ya conoce muy bien la pelicula.
Optamos por ver Viernes 13, aquella pelicula que me habia dejado con un trauma cuando pequeña.
Finn estaba muy entretenido con la pelicula mientras yo, pues yo era una persona con cara de muerta.
-Estás muy palida -dijo Finn burlón-.
-No te burles Fineas, esta pelicula no me ha dejado dormir por semanas cuando era pequeña -dije a punto del llanto-
-Oh, no lo sabía -dijo rascandose la nuca preocupadamente-.
-Estoy muy angustiada -dije-.
-Ven para aca pequeña-dijo envolviendome en sus brazos-.
Yo solo correspondí colocando mi cabeza en su cuello, lo miré a sus ojos color miel y el a los mios.
-Gracias por todo Fineas -dije ruborizada-.
-Lo mismo te digo enana-dijo igualmente-.
Un frio recorrio mi cuerpo, hasta que un mensaje me sacó de mis pensamientos.
Leí el mensaje, era de Joe.
-Hey Tarah, te gustaría ir conmigo este fin de semana al Starbucks?
-Seguro Joesiño
-Genial, despues nos ponemos de acuerdo, ahora veré que le sucede a mi gata que está gritando muy fuerte
-Está bien, cuidate.
Pude ver como Finn miraba mi telefono leyendo cada palabra de él.
Solo se paró del sofá y se fué.Fui tras el, y al no encontrarlo me preocupé bastante, y despues de buscarlo en sus mil habitaciones de la casa lo encontré en la terraza, con un vaso de chocolate caliente y malvaviscos.
-Hey -dije-.
El solo me ignoró, ¿Se habra enojado por lo de Joe?, no, imposible, ¿Verdad?.
-Finn que sucede -dije ya medio molesta-.
El solo tomó un sorbo de su chocolate caliente.
-Finn escucha, si te molesta lo de Joe, dejame decirte que él solamente es mi primo, y nos queremos bastante, nos críamos practimente juntos, y vino de visita a Vancouver, no le he visto hace ya medio año.
Finn seguía sin oírme y tomó otro sorbo de chocolate caliente.
-Está bueno tu chocolate -pregunté-.
-Pruebalo -contestó seco y me alzó la taza para que la tomara-.
Tome aquella taza blanca y la deje en la mesita nocturna.
-No Fineas, ese chocolate ya está muy frío -protesté-.
-Entonces hazte uno -dijo cortantemente y se levantó de su asiento-.
Yo lo tomé por el brazo jalandolo.
-Es mejor probarlo del termo -dije y rapidamente me acerqué a sus labios-.
No fue un beso del todo, solo besé la comisura de sus labios.
Fué un impulso tonto, lo sé, pero me lo venía pensando desde hace días.
Al separarme de él me miró atónito.
-¿Y que tal está el chocolate? -Dijo-.
-Mmmm, le falta azucar -reí-.
-Tarah, yo...
No alcanzó a terminar lo que iba a decir por un mensaje de Agustina.
-Hola Finnsito, quería preguntar si mañana nos juntamos a ''estudiar''
-Déjame pensarlo Agustina, estoy algo ocupado.
-¿Asi que lo pensarás? -dije molesta-.
-No seas ridícula por favor enana-dijo riendo-.
-Como quieras Finn.
Me dí la media vuelta para irme, y llegué a la habitacion de Finn, sin nada más me recosté en la cama, estaba agotada y sin animos. No voy a negar que cuando Finn le respondió eso a Agustina sentí tantas malas emociones dentro de mi.
Comenzé a recordar el momento mas dificil de mi vida.
La ida de mi padre.Yo siempre traía conmigo misma una foto de él, la saqué y comenzé a observarla...
Demonios, como lo extrañaba.
Comenzaron a salir unas cuantas lagrimas, no soportaba el hecho de no estar a su lado.Sentí como alguien me rodeaba con sus brazos, era Finn.
-Tranquila, ya estoy aqui -dijo firme-.
Yo le miré a la cara, contemplando sus preciosas pecas.
-Tarah, lo de Agustina solo es un pretexto, por que sé que si le digo que no, no descanzará hasta que termine por aceptar...
-No digas más, te creo.
El tomó mi barbilla y ahí comenzó mi gran sueño...
Por fin un verdadero beso...
Se sentía tan bien... Finn se colocó sobre mí sin hacerme daño, ambos nos quedabamos sin aire pero ninguno queria terminar con esto asi es que luchabamos por poder respirar...Me tapé con las mantas y Finn copió mi acción, me abrazó y nos quedamos dormidos...
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Wasaaaaaaaaap genteee! <3 , por fin su besito :$
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¿Quien eres Wolfhard?.
Teen FictionThara se mudó a Vancouver sin saber nada del lugar, de sus habitantes, y mucho menos sabía de Wolfhard, tampoco sabía que al pisar la preparatoria de Vancouver, ese chico de pelo negro y maravillosos rulos, le iba a cambiar totalmente su perspectiv...