Encuentro I

82 4 3
                                    

Un gruñido escapó de tu boca cuando el maldito semáforo se volvió rojo a un segundo de que llegaras.
Decir que llevabas un día de mierda era poco. Muy poco.
'Veamos, se me ha olvidado el trabajo para la universidad en mi casa, he hecho un exámen que seguro que está suspenso, me he caído en el metro delante de todo el mundo y ahora estoy empapada, andando bajo la jodida lluvia sin un paraguas, con el pelo encrespado, calada hasta los huesos y a dos bloques de mi casa. No está mal'
Cerraste los ojos un momento deseando que el semáforo se pusiera en verde para echar corriendo hasta tu apartamento, pero mientras murmurabas quejas sin parar, notaste dos pequeños golpes en tu brazo derecho, lo que causó que te sobresaltaras y miraras en esa dirección.
Para tu sorpresa, había un chico joven allí, a tu lado, pero no le habías visto llegar anteriormente. Le echaste un vistazo rápido para ver si te era familiar. Era alto, alto, alto y... bueno, no podía verse mucho más de él bajo su paraguas, pero no te sonaba.
-H-hola -Dijo en un hilo de voz algo tembloroso. -Veo que no tienes paraguas...
Si fuera otro tipo de chico, lo habrías tachado de imbécil y a su comentario de innecesario, ya que habría parecido una burla (hacia tu precioso pelo encrespado, por ejemplo). Pero por la forma en la que lo dijo podías deducir que sólo mostraba algo de timidez y no tenía otra forma de empezar la conversación.
-Ves bien -Dijiste exponiendo la sonrisa más amable que pudiste. Meh. Eso de ser dulce no era lo tuyo.
Hubo un pequeño silencio incómodo, pero en seguida inclinó un poco su paraguas hacia ti y gesticuló con la cabeza que te acercaras para resguardarte.
Una vez te aproximaste y estuviste tan cerca de él, pudiste observar sus rasgos. Y...¿Qué decir? Era mono, sí, pero no eras de esas que iba a pillarse una obsesión por un desconocido atractivo que le había mostrado un acto caritativo y le iba a poner un apodo entre las líneas de chico del paraguas. No.
-Y, bueno... ¿Cuál es tu nombre?
- T/n -Dijiste intentando mantener algo de dulzura -¿Y el tuyo?
-Jungkook, pero llámame Kookie, mejor.
Te quedaste algo sorprendida ante esa última frase, pero no dejaste que se viera en tu cara. ¿Acaso pensaba hablar mucho contigo? Habías supuesto que simplemente te ofrecería su resguardo mientras esperabais a que el semáforo se tornara verde, y luego seguiría su camino. Aunque pensándolo bien, sería una forma de reducir los silencios.
-Vale, Kookie, pues muchas gracias.
-No hay nada que agradecer -Dijo sonriendo ligeramente. -¿Y... acaso no miras el tiempo o...?
Otro comentario por el que le habrías tachado de gilipollas si no fuera por el tono en el que lo había dicho. Dejaste una pequeña risa escapar.
-Pues se ve que sea donde lo haya visto, lo he visto mal o algo. -Te quedaste un poco embobada con su sonrisa para ser sinceros, pero en seguida saliste del trance.
Cuando ambos os estabais viendo sin ideas de qué decir, el semáforo por fin se puso en verde.
-Oh, ya está -Dijiste para señalizar que era hora de mover el culo, básicamente.
Cruzasteis la calle sin que nadie dijera nada, y al llegar al final solo esperabas tener que prepararte para enfrentarte a la lluvia de nuevo. Te quedaste mirando al suelo por un momento, buscando una forma natural de despedirte. No te había parecido un chico desagradable, en absoluto, pero después del día que llevabas te apetecía echar a correr a tu casa y darte una baño caliente de media hora por lo menos.
-Bueno pues... muchas gracias pero imagino que ya...
-¿Hacia dónde tienes que ir? -Preguntó interrumpiéndote.
-Emm.. -Dudaste un poco al decirle a un desconocido la ubicación de tu casa, como es normal. Pero, tampoco había que ser tan paranoica siempre. -Pues.. mi casa está girando a la derecha y luego todo recto. Unos cinco minutos andando deprisa.
-Yo también tengo que ir por ahí más o menos. ¿Por qué no te acompaño un poco y luego ya me desvío cuando haga falta?
-Pues... vale -Te encojiste de hombros. -No te voy a decir que no. -Una sonrisa simpática se trazó en tu boca, pero esta vez no tuviste que forzarla, salió natural, y debió verse más natural también, por lo que supusiste que él sonrió después.
Al principio fue una sensación muy rara, no el hecho de que un desconocido te estuviera acompañando a tu casa, sino el hecho de que no se te hiciera tan raro que un desconocido te acompañara a tu casa, eso era lo raro. Aún así no era fácil encontrar algo sobre lo que conversar, por lo que decidiste enterrar la cara en tu bufanda un poco, fingiendo escalofríos de vez en cuando, por que de alguna forma te parecía mejor que estar totalmente inmóvil, y también mejor que ponerte a cantar para rellenar los silencios, naturalmente.
-Wow, sí que tienes frío, ¿Queda mucho para llegar? -Podías notar preocupación en su voz, y eso te hizo sonreír para tí misma.
-Bueno... si nos damos prisa no, lo que pasa es que no estoy con ganas de correr, ¿sabes? -Bromeatse aún mirando al suelo.
-Entiendo.
Ya estabas esperando otro silencio, cuando de repente notaste la protección del paraguas desaparecer, debido a que 'Kookie' se lo había cambiado de mano, inclinándolo hacia el lado opuesto a ti.
-Hey... -Dijiste en confusión, pero cuando le miraste le viste quitándose su chaqueta, y entendiste que el movimiento del paraguas se había debido a que necesitaba la movilidad de ambos brazos para hacer eso. Cuando te quisiste dar cuenta el tambaleo del paraguas había parado y el chico estaba tratando de colocar su chaqueta sobre tus hombros con su mano libre. A lo que, te sentiste halagada y probablemente te sonrojaste un poco. ¿Cuántas más cosas así de amables pensaba hacer para una chica que acababa de conocer?
-Aw -Exclamaste mientras acomodabas bien su chaqueta alrededor de ti. -Sabes perfectamente que no tenías por qué hacer eso. Te vas a congelar.
-Bah. No tengo tanto frío. No me costaba nada. -Dijo de forma simpática.
-Si te constipas te vas a acordar de mí.
Ambos soltasteis una pequeña carcajada, pero no nos hagamos ilusiones, las reacciones todavía no eran muy naturales, por ninguna de las dos partes.
-Oye, ¿Ahora es todo recto?
-Sí, sí. ¿Ves esas casas que tienen las flores horteras en los portales?
-Ajá.
-Es ahí.
-Pues va a dar la casualidad de que vivimos muy cerca vaya. -Te miró sonriendo ligeramente, como antes.
-Ah, ¿Sí?
-Yo vivo en la urbanización de al lado.
-¿En serio? -Preguntaste bastante sorprendida. Habías asumido que simplemente se había quedado contigo por compromiso, no porque viviera tan cerca, ya que jurarías no haberlo visto nunca. -Pues no me suenas de nada -Dijiste medio-riéndo. Wow. Habías reído mucho últimamente. Como se notaba que esa parte blanda de ti solo salía cuando tratabas con desconocidos.
-Tú a mí tampoco me sonabas, pero bueno, igual nos volvemos a ver. ¿No?
-Puede ser -Trataste de no mostrar mucha emoción puesto a que en los últimos momentos aquel chico había despertado en ti una pequeña sensación de felicidad, por algún motivo.
-Espero que ese sea el caso. -Dijo algo tímido
Ya estabais frente a tu portal, por lo que él estaba esperando a que entraras con el paraguas para que no te empaparas, al menos más de lo que ya te habías empapado. Pero de repente te dio la vuelta el corazón.
-La llave -Exclamaste en un suspiro de preocupación mientras tu mano seguía palpando todos los rincones de tu bolso. -Oh, no, no, no. -Se te estaba creando un nudo en la garganta. ¿Cómo habías sido tan imbecil de dejarte la llave en casa cuando sabías que Lele (tu amiga y compañera de piso) volvería tarde? ¿Cómo ibas a entrar ahora? ¿Te ibas a quedar calándote en la calle? Y lo peor, te estaba creando una vergüenza enorme que te pasara esto frente a tu "nueva amistad". Pensaría que eres un desastre. O aún peor ¿Por qué te estaba preocupando eso?
Gruñiste apoyando tu frente contra la puerta del portal dejando de buscar la llave, y suspiraste.
-¿Est-tás segura de que no está ahí...?
-Segurísima -Dijiste aún apoyada en el frío metal.
-Oh... -De nuevo, una preocupación sincera se abrió paso en su voz.
-Pero, tú vete, obviamente, a saber cuando vuelve mi amiga...
-Eh, no te voy a dejar aquí así... aunque tampoco puedo quedarme aquí una hora ¿sabes?...
-Deberías irte, no tienes la culpa de que sea tonta.
-Oye, mi casa está muy cerca. Al menos podrías... no sé, entrar, secarte un poco, tomar algo caliente y llamar a tu amiga o algo...
Entonces escuchasteis una risa proceder desde una de las ventanas superiores. Era Lele, obviamente, y tenía tus llaves en la mano.
-Joder con mi amiga, se deja las llaves, el trabajo, el paraguas, y encima viene ligando. -Dijo mirándote y echándole un ojo a Kookie.
-Cállate lerda -La dijiste en voz baja, pero de forma agresiva. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí escuchando?
-¿Quieres tus llaves o no?
-Lánzalas ya, pesada.
-Voy, voy.
Dios, me lleva saliendo mal todo desde que me he despertado, al menos deja que coja las llaves al vuelo o que como poco no me den en un ojo.
Mira por donde, esta vez te fue bien. Cogiste las llaves al vuelo y comenzaste a girarlas en la cerradura, hasta que sonó el 'click' ese que sonaba cada vez que se abría y empujaste un poco para asegurar que no se cerrara.
Miraste a Jungkook que simplemente te miraba con media sonrisa.
-Pues creo que ya he hecho mi trabajo por hoy. -Rió. -Cuídate y a ver si nos vemos otro día que salgas con llaves y todo lo que necesites.
Le diste un pequeño golpe juguetón en el hombro mientras sonreías como una imbécil.
-A ver si nos vemos sí, de las llaves ya no te prometo nada.
Soltó una pequeña carcajada mirando al suelo y después, una vez que ya estabas dentro, se empezó a alejar mientras se despedía con la mano.
-Ah y, ¡Muchas gracias Jungkook! -Gritaste cuando ya estaba doblando la esquina, haciendo que lo perdieras de vista.
-¡De nada T/n! -Oíste de respuesta a lo lejos. Sonreíste para tus adentros. O eso fue hasta que entraste del todo en tu portal dejando la puerta cerrada detrás de ti, donde sonreíste ampliamente caminando hacia el ascensor y te llevastes una mano a la boca para emitir un pequeño gritito que fue nublado por la presencia de tu palma. ¿Qué te pasaba? ¿Por qué esa sensación de euforia?
Por algún motivo, tenías la sensación de acabar de salir de un libro de amor pegajoso, de estos que nunca te habían apasionado (aunque, seamos honestos, alguno lo habías leído e incluso te habías emocionado), ya que había que remarcar que siendo como eras, pues... no ibas precisamente ligando por las esquinas, y había sido un encuentro bonito y.... no sabías bien qué era pero te había arreglado un poco el día de alguna forma. Por lo que en todo lo que el ascensor tardó en llevarte a tu planta, te miraste al espejo con esa sonrisa de imbécil y no pudiste para de pensar 'Manda huevos, el día que conozco a alguien así no me peino y encima se me revoluciona el pelo con la lluvia'. Pero eso no hizo que la sensación de alegría se fuera, para nada.
-Bueno, bueno... aquí mi amiga -Dijo Lele apoyada en el marco de la puerta una vez que las puertas del ascensor se abrieron. A lo que intentaste mantenerte natural. -Parecía estar bastante bueno desde aquí.
Simplemente te sonrojaste un poco y la diste un pequeño empujón a tu amiga para que te dejara pasar.
-No me habías contado que tenías un ligue, ¿has salido de fiesta o algo?
Reíste sarcásticamente.
-Va a ser que no, le acabo de conocer. Y, si no te importa, voy a estar metida en la bañera una hora hoy.
-Vale, pero espera un segundo. -Dijo en tono de niño pequeño, lo que provocó que te giraras hacia ella con una expresión molesta. -Dime quién es.
-Que le acabo de conocer.
-¿Y cómo es que te acompaña hasta tu casa, entonces?
-Eso digo yo. -La sonrisa comenzó a tirar de tus comisuras de nuevo. -Pero era muy agradable y se ha ofrecido a ayudarme.
Viste como las facciones de tu amiga se iluminaban en una sonrisa amplia y su mano señalaba a tu cara, entre cerrando los ojos.
-Conozco esa sonrisa. Ese chico te ha gustado.
-Ui sí -Dijiste en el tono más escandalizado que pudiste.
-Te digo yo que sí. Esa expresión la he visto antes, y concuerda con esta situación a la perfección.
-Pues en mí no la habrás visto. -Dijiste evitando el contacto visual mientras dejabas tu bolso en el sofá.
-Ahora sí -Dijo emocionada.
-Tss, que infantil. ¿Solo porque un chico quiera ayudarme ya me tiene que gustar? Apuesto a que si fuera una chica no dirías lo mismo. -Realmente parecías muy molesta. Siempre habías dejado a la gente que te rodeaba la imagen de persona fría y desde luego poco enamoradiza. Y te iba a joder admitir sentimientos el día que los tuvieras. Un te quiero tuyo era algo menos frecuente que un eclipse. Al menos uno natural.
-Bueno, relájate mujer -A Lele desde luego la divertía la situación. -Yo solo digo que de lo poco que os he visto juntos, vais bien. Y si encima se ofrece a ayudarte... partidazo.
-Si tú lo dices.
-¿Sabes donde vive?
-Me ha dicho que en la urbanización de al lado.
-Ah -Parecía más feliz por ello que tú. -Pues, deberías hablar con él de nuevo. En serio.
-Pues.... igual, no sé. ¿Debería?

bueno pues, holi. Así es como kookie ataca modo international playboy. No sé bien si voy a seguir esto pero la idea inicial me gustaba we. Y no sé si se organizará por encuentros, tipo un encuentro por capítulo, o si tendrá una estructura típica. En fin, no sé nada salvo que tengo la historia en mente xd (y que Kookie es muy monich, obvio)
--Y nada más que decir, mucho lof♡.

¿debería..? ; jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora