Pink [Jyatt]

Capítulo 8

-¡Sophia! ¡No sé que hacer!

La joven lo miraba confusa sin entender a que se refería Jaeden.

-No te entiendo, Jae ¿Qué te pasa?- Sophia se levantó y se puso en frente del chico que parecía como si se estará hiperventilando.

-¡Lo besé, Sophia! ¡Besé a Wyat!!

Sophia abrió los ojos y su cara se transformó en una digna de un poema, un brillito apareció en sus ojos y comenzó a saltar y aplaudir.

-¡Oh, Jaeden! ¡No esperaba que fueras tan rápido! ¡Me siento como una madre orgullosa!- Sophia se colgó literalmente del cuello de Jaeden quien puso una expresión de dolor ¿De dónde sacaba tanta fuerza esa chica?

-Pero... Yo me vine corriendo a penas terminé de besarlo...- el castaño miró a Sophia quien no se podía creer lo que estaba oyendo.

-¿¡Qué?! ¡Jaeden Lieberher como es posible que te hayas acobardado en ese momento!- Sophia comenzó a caminar de un lado a otro por toda la habitación -Quiero más detalles.

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El joven estaba sentado a la orilla de su cama, tenía un sonrojo en las mejillas ya que acababa de relatarle todo a una emocionada Sophia que estaba literalmente rodando en el piso.

-So... Sophia, basta. Esto es embarazoso.

Sophia se levantó, limpió un poco sus ropas y miró a Jaeden "tiene cara de loca" pensaba el chico.

-Déjame ver si entendí, tú querías dar el "primer paso" o que sé yo, así que hiciste a Wyatt prometer que no se molestaría y tú lo besaste ¿No es así?

-Sí, así fue. No sé por que te emocionas tanto la verdad, ni siquiera yo estoy tan emocionado...- Mentía, lo sabía perfectamente, pero quería acabar con el tema rápido.

Sophia iba a hablar hasta que el teléfono de la pelirroja había sonado ya que alguien llamaba, los dos presentes miraron el teléfono de la chica que estaba sobre la cama y Sophia fue a contestar.

-¿Hola?.... Sí, soy yo.

-¿Quién es, Sophia?

-Shhh... Sí, él está conmigo, ¿Quieres hablar con él?... Está bien, te lo paso ahora mismo- Sophia sonrió maliciosa y miró a Jaeden entregandole el teléfono quien contestó sin pensarlo dos veces.

-Qu... ¿Quién es?

-¿Jaeden? Soy yo, Wyatt.

El joven quedó en blanco y miró enojado a Sophia, le susurró un "Por que no me dijiste que era Wyatt".

-¿Wyatt? Eh... ¿Qué ocurre? ¿Está... Está todo bien?- ¿Todo bien? ¡Lo había besado! ¡Había besado al chico que odiaba a los gays! ¡Era obvio que nada estaba bien!

-No sé si lo está pero... Quiero hablar contigo- Jaeden se puso nervioso, le recordaba esa vez que Wyatt lo había rechazado en su cara diciendo que estaba enfermo.

-A... Adelante ¿Qué pasa?

-¿Por qué me besaste? Quiero saberlo ahora.

A Jaeden le sorprendía lo directo que podía llegar a ser Wyatt, miró a Sophia y ésta sólo le estaba sonriendo. Jaeden no sabía que hacer, miró su habitación y vio su libreta en la mesita de noche.

-Uh... Yo...- Jaeden agarró la libreta y sacó una de las tantas hojas -Es que...- Arrugo el papel y comenzó apretarlo en frente del teléfono haciendo sonidos para parecer que se estaba cortando la llamada- ¡O-Oh! ¡Se corta la llamada! ¡Te llamaré más tarde!

-¿Qué? ¿Qué dijiste? No te entiendo, Jaeden.

-¡Adiós!- Jaeden cortó la llamada y lanzó el teléfono a la cama.

-Ok. Que fue eso- Sophia se sentó al lado de Jaeden y comenzó a reír ante la mirada de un avergonzado Jaeden.

-No es gracioso.

-¡Se corta la llamada!- Sophia comenzaba a imitarlo mientras reía- ¡Te llamaré más tarde!

-¡Sophia! ¡No es gracioso! ¡Ya basta!

Sophia paró de reír limpiandose una lágrima que había salido, Jaeden tenía el ceño fruncido ya que pensaba que a veces Sophia era tan infantil que llegaba a hartarlo.

Los dos jóvenes bajaron a comer por que habían escuchado a la madre de Jaeden llamarlos. Comían en silencio hasta que la madre de Jaeden decidió hablar.

-Y... Cariño, ¿Por qué tienes un moratón en el ojo?

Jaeden dejó de comer, no sabía que podía decirle a su madre, la miró y ésta seguía comiendo tranquila esperando a que su hijo respondiera.

-Es que... Me caí. Cuando volvía de la escuela me tropecé y me caí, sí. Eso pasó.

-¿Tan fuerte te pegaste para que quedará así tu ojo, hijo?

Sophia estaba ajena a la situación, después de todo ella no estaba ahí y era obvio que la madre de Jaeden no le creería si hablaba ya que ella ese día se había quedado ordenando junto a ella.

-Sí, mamá. De hecho fue terrible, horrible ¡Espantoso! No quería preocuparte así que cuando llegué le dije a Sophia que no te dijera nada a ti, pero no te preocupes por que ya me siento mejor.

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Wyatt estaba tirado sobre su cama con un fuerte sonrojo en sus mejillas, Jaeden lo había besado. Eso no era lo que realmente lo sorprendía, lo que más lo había sorprendido fue que el mismo había correspondido el beso y que le había gustado.

Él no era gay, no le gustaban los hombre, claro que no. Él siempre se había visto interesado en las chicas, sólo que no sabía como explicar lo que había sentido cuando Jaeden lo había besado.

Alguien entró a su habitación y no se molestó en saber quien era, él estaba sumido en sus pensamientos y no sabía que hacer ¿Qué haría?¿Rechazar a Jaeden de nuevo? ¿Seguir siendo amigos? No lo sabía, esperaría a que el destino le deparara algo.

-¿Terminaste de ignorarme, Wyatt?- El rubio miró a su amigo y bufo, a veces era tan molesto, pero al fin y al cabo eran amigos ¿No?

-Cállate, Finn. ¿No ves que estoy pensando?

-¿Y en que? ¿Me ves interesado en ello? ¡Estoy aburrido, Wyatt! ¿No quieres jugar Zelda Majora's Mask?- Wyatt suspiró, Finn era mayor pero actuaba como si fuera el menor de los dos.

-Finn, de verdad. Basta. No quiero jugar Zelda, no quiero salir, no quiero hacer nada.

-¿Y para qué crees que vine? ¿Para ver como te lamentas sobre tu miserable vida? Oh espera, si quieres podemos jugar a que yo -Finn agarró un bate de béisbol que estaba tirado en el piso- Soy el destructor de bolas de rubios llamados Wyatt y tú eres... Bueno, Wyatt.

Wyatt suspiró y miró frustrado a su amigo, sabía que sería un largo día.

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Y eso fue todo por ésta semana, les recompense incluso con un beso Jyatt por no subir capítulo la semana pasada.

Y bueno, ¡Finn joins the Party!

En fin, no hay mucho que decir. Hasta la próxima semana.

-DaaayumGurl.