《°•1•°》

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El carruaje había caído con violencia contra el suelo de tierra, los caballos relincharon y se soltaron de sus atalajes, comenzando a trotar con velocidad hasta perderse en el denso bosque a mitad de la noche. El cochero
se levantó con dificultad del piso y se acercó hacia la puerta del coche mientras rogaba por que la joven que viajaba dentro estuviese viva.

¡J-joven Arisa! -Corrió algunos de los pedazos de madera que bloqueaban la entrada y finalmente pudo ver con horror la escena que se mostraba frente a sus ojos.- A-ay no no! ¡P...por favor!

Se alejó de la carroza y comenzó a gritar, rogando que alguien apareciera le ayudase.-

Mientras de manera desesperada el humano buscaba ayuda, la joven se removió un poco en su lugar, se enderezó sólo un poco y observó lo que había sucedido. Sonrió al pensar que su plan había funcionado tal y como lo había planeado desde hace mucho tiempo.

Aprovechó que el que manejaba la carroza no regresaría hasta dentro de un buen rato, ya que esa zona estaba alejada de la sociedad.
Se levantó y con dificultad salió de aquél carruaje el cual estaba en añicos. Levantó un poco su vestido color celeste con algunas manchas de sangre que ella se salpicó a proposito y comenzó a caminar apresuradamente hacia el bosque.

◇♤◇♧◇♤◇♧◇♤◇♧

El débil resplandor del alba comenzó a iluminar la mañana. Arisa estaba agotada, no podía utilizar su condición de vampiro si no quería llamar la atención, hasta había encontrado una manera de ocultar sus colmillos.
A lo lejos pudo divisar una pequeña cabaña, suspiró con alivio y caminó los últimos kilometros que quedaban hacia la cabaña.
Al llegar, golpeó tres veces la maltratada puerta con sus nudillos y esperó a que alguien le atendiese.

¿Quién es?_ -La joven escuchó la voz de una mujer del otro lado de la puerta.

— Me llamo...Kim, estoy perdida y busco refugio, por favor -Murmuró con desconfianza ya que corría el riesgo de que su padre ya halla mandado a algunos de sus hombres a buscarla.-

Pasaron unos minutos y la puerta finalmente se abrió, dejando ver a una mujer adulta, de figura delgada, estaba desarreglada y sus vestimentas parecían trapos viejos y sucios

— Necesito refugio..por favor... -Dijo Arisa mientras intentaba convencer a la pobre mujer para que accediera a darle un lugar para esconderse por un corto tiempo.-

— Jovencita... lo sie....

¡Le pagaré muy bien! Enserio! tengo dinero si eso es lo que quiere, solo busco un refugio temporal, a cambio le daré mucho dinero!, por favor...

La mujer se debatió por unos minutos si sobre aceptar la propuesta de la muchacha o no. Finalmente suspiró derrotada y aceptó.

No me interesa mucho el dinero, jovencita, solo no quiero meterme en problemas por esto..

¡Claro!, le prometo que no tendrá problemas, muchas gracias!

Se hizo a un costado y le permitió el acceso a su hogar a la vampiresa. Cerró con cuidado la puerta detrás de si y soltó un suspiro. No pudo evitar mirar a la joven con curiosidad, su rostro le parecía familiar, como si lo hubiese visto en otro lugar y momento.

— Me pareces....conocida.. -Murmuró finalmente la mujer mientras se paraba frente a la joven.- Eres una joven muy bella....eres parecida a la hija del señor Karlheinz.

....Y-yo soy esa joven de la que hablas. Soy Arisa Sakamaki. Escapé de casa y me pasarán cosas muy horribles si regreso a ese lugar de mala muerte._

¡Oh dios mío! ¡Pequeña...! ¡Pero!... -Llevó ambas manos a su boca y cubrió esta mientras que con sorpresa observaba a la joven parada frente a ella.-

— ¡L-lo se! Pero porfavor tiene que ayudarme... le juro que le recompensaré muy bien su silencio.

— Podrían matarme por mi silencio. -Dijo preocupada mientras increpaba a la joven.-

— Le juro que no le pasará nada, estará segura y además muy bien pagada!

— ...... E-está bien, supongo que...podría ayudarte, aunque lo niegue, no puedo permitirme el dejar desamparado a alguien. -Negó levemente.-

Te mostraré el lugar donde podrás descansar y...te prepararé algo para que comas..

— Muchas gracias.

La noche pasó rápido para suerte de la joven Sakamaki, pero no pudo evitar asustarse al escuchar como un hombre había ido a visitar a la mujer que le había dado hospedaje temporal y decirle que todos están como locos buscando a la Sakamaki perdida y que su familia ofrece una gran recompensa además de un puesto en la "Alta sociedad"
Sin embargo, la mujer mantuvo el secreto y ni siquiera le permitió el beneficio de la duda al extraño visitante.

— Pobre chiquilla,debe de estar pasandola muy mal para escapar de su hogar.

— Lo se, pero esa familia es muy extraña...gobiernan desde las sombras, desde que ocurrió esa tragedia, nada volvió a ser lo mismo de antes.

— Sabes que solo somos de un pueblucho pobreton, no nos queda de otra que ser fieles lacayos de esas personas, a menos que alguien quiera pasar por las torturas que hacen públicamente. Esa familia debe ser una conformada por puros sádicos, y si la niña Sakamaki escapó, lo más seguro es que ella no sea como esas personas...

El hombre se encogió de hombros y se levantó de su asiento mientras se colocaba su sombrero en la cabeza

— Bueno, fue entretenido hablar con usted, pero debo regresar...-Le dedicó una débil sonrisa y salió de aquél lugar.-

La mujer esperó unos segundos y finalmente se dirigió a la habitación donde Arisa estaba. Cuando llegó,la vio sentada cerca de la ventana y viendo hacia afuera por una pequeña abertura de la cortina. La joven tenía los rasgos físicos de su padre;Cabello blanco grisaceo largo hasta la cintura y unos ojos amarillos penetrantes pero a la vez nostalgicos. Tenía una figura y rasgos delicados,parecía de cristal,una piel blanquecina y pálida. Su vestido celeste manchado le hacía juego con lo delicado de su imágen.

— Ya se fue,puedes estar tranquila..

Arisa se volteó y se levantó de su lugar.

De nuevo debo agradecerle por aceptarme.

No te preocupes..~ -Llevó una mano hacia los cabellos de la joven y acarició estos con cuidado.- Además,algo de compañía no me vendría mal.

✞Atrapada✞ 《✞ En progreso✞》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora