PERPETUO & TORMENTA

1. Péndulo y Abismo

"Nunca te sientas con el derecho de relatar una larga historia de alguien a quién no has amado. Nunca tomes palabras ajenas, ni mucho menos, no te pongas en el pensamiento de esa persona. Puede que te lleves una gran sorpresa si esperas con paciencia a que su corazón actúe con anhelo".

Siempre estuve al pendiente de Alair y constantemente le menciono estas palabras. Él es muy creativo con las letras y yo me encargo de usarlas para que rimen con su forma de vivir. Es complicado unirlas, pero siempre terminamos creando nuevos versos. Se los hemos dedicado a varias personas, aunque algunas nisiquiera los merezcan. Suele ser muy detallista en ese aspecto, sobre todo cuando se enamora. Pero, antes de hablar de amor, comenzaré relatando un poco sobre él y yo, Perpetuo. 

Soy una conciencia, ¿sabes qué tienen en común el marinero que navega por el océano, el excursionista que atraviesa el desierto y el aviador que vuela entre las nubes? Que todos ellos se verán en graves problemas si no disponen de algún aparato para orientarse. No tiene por qué ser muy moderno; basta con una sencilla brújula. Relativamente, una brújula es un círculo con una aguja imantada que apunta al norte. Pero si funciona como debe, puede salvar la vida de nuestro humano, y la propia también. 

La palabra "conciencia" transmite la idea de "conocimiento en común", o "conocimiento compartido con uno mismo". Los humanos tienen en su interior la capacidad de conocerse a ellos mismos. Por lo que los hace distintos a otros seres vivientes. La voz interna impulsa a muchas personas a actuar en conformidad con sus propios deseos y estos suelen ser buenos, y muchas veces también malos. 

Hay conciencias que no funcionan cómo es débido, pues las circunstancias de las vidas humanas varían según el mundo que les rodea. Un adolescente puede tener buenas intenciones si ha vivido en un ambiente digno de ejemplo. Sin embargo, otro puede pensar malas cosas hacía si mismo o hacía quienes le rodean, si ha crecido con malos hábitos o enseñanzas, llevándole a cometer actos deshonrosos. 

Las conciencias solemos tener una imagen viva, y el péndulo es nuestro hogar, es algo así cómo un abismo, es enorme, pues la cantidad de humanos que viven es exageradamente inmensa. Cómo he explicado, hay conciencias bien entrenadas y solemos tener un aspecto agradable. Yo, por ejemplo, soy muy guapo, y no es por presumir. Alair me ha idealizado de esta forma. También tenemos aspecto humano, aunque hay que reconocer que la mayoría de ellos se idealizan de miles de formas, provocando una enorme variedad de aspectos en el mundo de las conciencias. 

Suele haber conciencias con alas, otras con colas largas, enormes pechos, o incluso una vez vi a una con cara de toro y cuerpo de león. Eso si fue muy raro. Aquí se puede ver el enorme poder que tiene la mente humana sobre sus pensamientos y actos. Pero yo soy normal, soy la imagen de Alair, aunque un poco exagerada. Pues soy alto, con cabello brillante y negro, a pesar de que  me viste de forma extraña nunca tiene malos gustos. Todo depende de su estado de ánimo. Pero odio cuando se pone triste, es cuando mi imagen se ve toda maltratada y sucia. Debo admitir que últimamente me resguardo en mi portal para que no me vean así. Soy una conciencia feliz, ¿por que Alair no esta feliz más seguido? Así podría mostrar mis prendas más coloridas. 

Canto y bailo en un escenario famoso del abismo. ¿Les comenté que desde niño Alair me hacía presentar números maravillosos? Otras conciencias se fijaron en mi talento y me han llamado para que me presente más seguido aquí. Me pone tan contento sacar a relucir mis virtudes y talentos. Pero, ahora mismo he faltado mucho. 

-¡Maldita sea!.

Ese es Alair, viene molesto. <<Ya comenzaba a sentirse el calor aquí dentro>>

-¿Por que nada me puede salir bien? ¿Que he hecho? ¿Por qué lo hice?

<<Tranquilo, a ver...- intervengo en su forma de pensar- ¿que pasó en la escuela?>>