La Luz de Mi Vida

En La Nada (Segunda Parte)

Pov Loki:

No sé qué le habrá pasado a Natsu pero no ha aparecido desde ayer a la noche y empezaba a preocuparme. Dijo que volvería pero estoy seguro de que ha pasado algo. ¿Que debería hacer?

También buscé a Gajeel pero no lo encontré. Si mal no recuerdo, la chica que él buscaba se llamaba Levy y que, por los años que llevo aquí, sé muy bien que trabaja en la biblioteca del castillo. Antes iba mucho allí pero desde que subí de rango a Asesino de Dragones, y suplente de Yukino, apenas asomaba la cabeza por allí. Decidí echar un vistazo pero no vi a nadie.

Pensé que lo mejor era ir a ver a Sting y preguntar discretamente por Natsu. Dado que sustituía de vez en cuando a Yukino, supe que algo iba mal con la salud de Sting. Un día investigué más a fondo al rey y fue allí cuando me di cuenta de que lo estaba envenenando. Quería confiar en Yukino pero no podía hacerlo. La misión era demasiado peligrosa y yo estaba solo.

Entré y vi que Sting estaba un poco mejor pero seguía estando con el veneno en el cuerpo. ¿Cuantos días más aguantaría? Yukino se retiró para tomar el cargo y vi una fugaz mirada de disgusto por parte de Sting.

Cuando cerró la puerta, decidí preguntarle, sin más tapujos.

- ¿Por casualidad entró alguien sospechoso en esta habitación, majesrad?

Pov Sting:

Mierda. Sospechaba algo. No podía hablarle de Natsu, sino estaría perdido. Bastante malo es que lo hayan encerrado pero es mejor que estar muerto. Aunque en ese sitio dudo que aguante mucho tiempo cuerdo. Mierda. ¿Que debía decir?

- Ayer la capitana Dragnel vino con un informe. - vale esto va bien. - Han encerrado a un sospechoso que se coló en el castillo.

Pov Loki:

¿No era amigo de Natsu? ¿O me estaré confundiendo con otro? En fin, parece que no me dirá su nombre. Debo presionarlo.

- ¿De que color tenía el pelo?

Seré idiota.

Pov Sting:

¿Que de qué color tenía el pelo?

Sin duda éste sospechaba algo.

¿Que debería hacer?

¿Es amigo de Natsu o es un enemigo?

  - Un color... peculiar. - dije preparado para saltar de la cama.

Pov Loki

¡Se acabó! Voy a por todas.

  - ¿Algo femenino para tí tal vez?

Pov Sting

Ahora sí que iba a saltar.

  - ¿Quien eres? ¿De que le conoces? - le grité acorralándolo contra la pared.

  - ¡Lo mismo digo! ¡Eres el enemigo! - replicó él sin dejar de mirarme.

  - ¡Tú eres el enemigo! - grité ofendido.

Y nada más decir eso sentí un golpe muy fuerte en la cabeza. Lo mismo le pasó al chico león.

  - Idiotas. - escuchamos decir a Yukino. Ni siquiera me había enterado de que había entrado.

  - ¿Yukino? - exclamamós él y yo al mismo tiempo.

  - Ninguno de los dos sois enemigos de Natsu. - respondió ella sin inmutarse.

  - ¿¡Que?! - volvimos a vociferar al mismo tiempo y Yukino nos volvió a dar.

  - Hablad más bajo. - nos advirtitó.

  - ¿Eres amigo de Natsu? - pregunté dirigiéndome al hombre de gafas. - ¿Eres un dragón?

  - No soy un dragón pero sí que soy amigo de Natsu. - respondió. - Somos del mismo gremio.

  - ¿Gremio? ¿De que me estás hablando?

  - Veo que Natsu no ha podido contarte nada. ¿Puedo confiar en vosotros?

  - Natsu ha sido como mi hermano desde que lo conocí y no pienso darle de lado ahora.

De repente me sentí mareado y débil. Yukino me ayudó a sentarme en la cama mientras oia a ese hombre suspirar.

  - Ha sido mi culpa. Si hubiera no le hubiera dicho a Natsu que te estaban envenenando... - se lamentaba.

  - No te culpes, Loki. - dijo esta vez Yukino. - Aun si Natsu hubiera sabido que su prima le encerraría al intentar avisar a Sting, - dirigió su mirada a la mía y me sonrió suavemente por un segundo. - no habría echo caso a nadie. Él es así.

  - Tienes razón. - reí por lo bajo.

  - Un autentico loco. - respondió sonriente Loki.

Nos quedamos en silencio por un tiempo. No me dieron el desayuno desde lo de ayer porque Yukino temía que ese fuera el problema de mi envenenamiento. No tenía hambre, la verdad, pero si las cosas empeoraban, mi padre sospecharía algo y capaz sería de darme una paliza sin control alguno.

  - ¿Y entonces?

Los dos me miraron extrañados.

  - ¿Entonces qué? - preguntó Loki.

  - ¿No pensareis que vamos a quedarnos así no? - dije firmemente.

  - No entiendo que podemos hacer ahora. - dijo Yukino mirándome con lastima.

  - No pienso dejar a Natsu tirado.

  - Yo también quiero salvarle, Sting. Pero ya nos hemos arriesgado demasiado. No sé cuanto tiempo duraran Gajeel y Levy aquí.

  - Natsu estará encerrado en el subsuelo, donde casi nadie tiene acceso. - Yukino nos miró alternativamente. - Solo hay dos guardias vigilando las escaleras que dan con la celda. Si les quitaramos del medio...

  - ¿Yukino? ¿Hablas en serio? - temí preguntarlo pero finalmente lo hice.

Ella me miró seria, siendo consciente de todo lo malo que podría pasar a partir de ahora. Se acercó a mí y se arrodilló cogiendo mis manos con calidez.

  - Sting. - me miró a los ojos. - Si vas a ir, yo también.

La miré sorprendido y agradecido al mismo tiempo. Eso era lo que necesitaba oir de ella. Y otra cosa más en realidad.

La besé y al separme vi como se sonrojaba.

  - Pe... pero... ¿Que haces?

  - No es la primera vez que te beso. - dije sonriente.

  - Pero no delante de él. - señaló a Loki con la mirada.

Que pena, no lo ha dicho. Tendré que acorralarla. Me arrodillé igual que ella y la atraje hacia mí con afecto.

  - Sting... - se la veía sorprendida y colorada.

  - Te quiero, Yukino. - le susurré.

  - ¿Eh?

  - Di que me quieres. - volví a susurrarle.

Sentí como se reía por lo bajo y me devolvió el abrazo.

  - Tonto. Sabes muy bien que te quiero y que lo eres todo para mí. - me susurró dulcemente.

  - Tú también lo eres todo para mí, Yuki.

Volvió a reirse y esta vez nos separamos y me ayudó a levantarme.

  - De acuerdo. ¿Cual es el plan?

  - Deberíamos hablar este asunto en la biblioteca. Ningún rincón de este castillo es seguro ahora salvo ese.

  - Esta bien. - dijo Yukino. - Demonos prisa.

Como la bliblioteca estaba muy cerca de mis aposentos tardamos muy poco en llegar. Sin embargo, lo que nos sorprendió de verdad estaba dentro de ese lugar.