Ay, amor

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Ay, amor, quisiera saber

por qué en mi mente quieres permanecer,

por qué de ella no te vas,

por qué no te quieres marchar.

Dímelo, dímelo ya,

dime la razón.

Pues yo quiero olvidar,

no tener que sufrir el recordar.

Recordar este pasado que me marchita,

que ninguna alegría convida.

Por favor, márchate de mi mente.

Por favor, en ella no vuelvas a aparecerte.

Y si no puedo evitar acordarme de ti,

por lo menos intentaré cerca de ti seguir;

ser compañera tuya, ¡ni amiga pido!

¡Poder al fin hablar contigo!

Nada más necesito

para que caigas en el olvido,

en el olvido de mi corazón.

Concédemelo, hazme el favor.

Hazlo, y no volveré a caer en la tentación.

La tentación de mirarte,

la tentación de pensarte.

Lo evitaré,

y por fin viviré.


Aprox. 13.02.2009

PoesíaWhere stories live. Discover now