Lo siento por no haber escrito desde tanto tiempo, pero es que no he tenido mucho tiempo últimamente de hacer nada.
Subiré capítulos más de vez en cuando.
Aquí esta el capítulo 5, espero que lo disfrutéis ya que es un poquito más largó de lo normal ;)
Narra Blas
Me dirigí al sótano. La luz estaba apagada; fui a encenderla pero no sucedió nada. No había ni una triste luz por todo el sótano.
Cogí mi móvil con la esperanza de poder ver algo más de la oscuridad, pero cuando lo encendí me di cuenta de que estaba apagado.
No podía ser peor, la oscuridad me aterraba y en ese momento llegaba a sentir el latido de mi corazón.
Empecé a andar lentamente con los brazos extendidos para no tropezarme.
Un ruido hizo retumbar la habitación. Cada vez se oía desde más cerca. Se abrió la puerta trasera del edificio y salió luz por ella.
Por fin lo vi.
Había animal raro, que por su tamaño, podía decirse que era una rata de esas que hay por la calle.
Seguí andando. Moví las manos rápidamente y se cayó un jarrón de porcelana al suelo. Intenté montarlo de nuevo pero estaba hecho pedazos.
Se oyó otro ruido. Voces que se acercaban. Se abrió la puerta.
-¿Blas?
Una voz pronunciaba mi nombre una y otra vez. Repetí varias veces que sería otro ratón pero estaba aterrado y nada me calmaba. ¿Y la voces? ¿De quién serían?No podía ser, estaba solo en casa...
-Vamos a por ti... No te escondas.
En ese momento me quería morir. Fue el peor momento de mi vida.
-¡Blas!-dijo alguien encendiendo la luz de la entrada.
Cogí un palo que había cerca y se lo acerqué.
-Eh tú, ¿qué se supone que haces?-ví entrando a David. El palo casi le tocaba la barbilla, así que lo quité inmediatamente.
Después vi entrando a los demás chicos: Dani, Carlos y Álvaro; y también había tres chicas que nunca antes había visto.
-¿Qué hacéis aquí? Me habéis dado un susto de muerte...-dije un poco incómodo.
-Esa no es la pregunta. La pregunta es qué haces tú en el sótano con la luz apagada. Bueno da igual, ya nos lo contarás más tarde. Queríamos contarte algo que nos ha sucedido...-dijo Álvaro.
-Vamos al sofá. -dijo finalmente Carlos.
-De acuerdo.
Salí por la puerta, intentando no caerme por las escaleras. Pero por mala suerte, me tropecé.
Vi cómo me acercaba al suelo en cámara lenta, llegué a tocar el suelo con la nariz. Pero aparecí en la puerta, como si nada de esto hubiera pasado.
Mire hacia atrás estaba Blas.
Quiero decir, yo.
Me vi a mi mismo en las escaleras.Sentí una expresión rara de mareo. Volví a girar la cabeza hacia atrás y desapareció.
Se veía humo por las escaleras.
Volví hacia delante. Estaban Dani, Carlos, David y Álvaro esperándome impacientes y las chicas habían desaparecido.
Seguí andando sin dar explicaciones. Únicamente sólo porque yo tampoco sabía que acababa de pasar.
Llegamos al salón, y nos sentamos en el sofá un poco aplastados. Echaba de menos aquel lugar y aunque sólo había estado horas, me resultaba familiar.
David se aclaró la garganta como si quisiera empezar a hablar pero empezó a hablar Dani.
Parecía que era una especie de teatro y que todo lo tenían planeado para que sucediera en ese momento.
-Queremos decirte algo.-dijo; se le notaba nervioso, se le movían los pies de un lado a otro.
-Lo sé, por eso estamos aquí.-respondí irónicamente.
-Verás, esta mañana a cada uno nos ha pasado una cosa muy rara. Álvaro estaba en el parque y una farola se explotó y casi se cae encima de Andrea, Carlos se ha quemado toda la camiseta y por poco se quema toda la piel y David ha levitado comida en el supermercado.
Estaba atónito. Habían sucedido tantas cosas a la vez que todavía seguía asimilando las palabras.
-¿Y a ti, Dani? ¿Qué te ha pasado? ¿Te has congelado?-dije en tono irónico; no paraba de reírme, en cambio, nadie se reía.
Dani me miro con cara de asesino. Como sí lo que hubiera dicho fuera para matar a alguien.
-Dani... Que me estas dando miedo...
-Si, has acertado, he congelado el agua.
-Jajaja ... Ay chicos que no puedo parar de reírme... ¿Me estáis diciendo que tenéis súper poderes o algo por el estilo? Haber, que tenéis más de 23 años, ya sois mayorcitos...
-Te lo decimos en serio.-dijo Carlos.
-No eres el más indicado para hablar.
Carlos me sacó la lengua. Yo sabía que no nos estábamos peleando porque todo lo que dice son bromas.
-Bueno yo también os tengo que contar una cosa... Al salir del sótano, me iba a caer y aparecí en la puerta misteriosamente.
-¿Y...?
-Que me ví a mi mismo reflejado.
-Mira quien habla, el que no creía en nosotros.-dice Álvaro en tono de burla.
-Ya pero... ¿No podéis verle una solución más normal a este pequeño problema?
-Ummm... Un momento. Creo que tengo la solución.
Sacó un trozo de papel del bolsillo trasero del pantalón.
-Hace mucho tiempo, paseaba por la calle y se me acercó un hombre corriendo, muy preocupado. Llevaba andrajos y parecía un mendigo. Me decía que ahora podía controlar sus poderes, pero le tomé por loco y seguí andando. Me persiguió y me paré. Finalmente me dio un papel y me dijo que si alguna vez tenía un problema que en esa tienda había muchos expertos. Me guarde el papel para que no me volviera a molestar y seguí andando.
-¿Sigues conservando ese papel desde entonces?
-Sí, y es hora de utilizarlo.
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Breathe your fire
Fanfiction¿Superpoderes? No existen. ¿Héroes? Tampoco existen. ¿Amiga de tus ídolos? Imposible. Pero, ¿Y si se hiciera realidad?