Algo gracioso es que el título ya estaba escrito y no recuerdo porqué, como muchas otras cosas.
En fin, igual me siento se esa manera en este momento.
Un pensamiento tonto que me llegó en medio de un evento: estuve tomando gaseosa y me sentí miserable.
Que ridículo.
Sentí que como dicen todos, ahogarse en un vaso insignificante de plástico era ridículo, la sensación placentera del camino con un final abrumador, sintiendo morir para tomar otro sorbo y repetir las sensaciones baratas que ofrecían.
Era patético.
Sería lo mismo todos los días pensando en que vivía por y para ese momento, que no hay mucha ciencia en ello, eh.Las fichas de los personajes que sucedían en la memoria parecieron vacíos y tontos, a pesar de estar minutos antes con la idea de un éxito rotundo al ser publicados. Era tan fácil acabar con ellos, su existencia no es relevante pero si lo eran las ideas.
Desear continuar con esa ridiculez y plantear una rutina que satisfaciera las necesidades y obligaciones, todas inconsistentes por su puesto.Aunque ya más de dos páginas se hicieran en un minuto se sentiría como el guión parpadeaba esperando algo, que llegue cualquier cosa que llenará el espacio en blanco.
Al final, siempre esperaba y no sucedía algo en absoluto.
Seguía siendo así, hasta que en un momento no volviera a abrir los ojos o solo viera destellos de luz insignificantes, que, sin embargo, daban la esperanza de revivir.Era un pensamiento infantil.
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May(onesa) con Te(cito) ♪
No FicciónEstupideces de alguien natalmente torpe. 🙋 Tomate rojo para esta actriz.