Mi destino eres tú

Capítulo 2

¡Hola! ¿Cómo han estado? Les traigo el segundo capítulo de este short fic, agradeciendo mucho a todas aquellas personitas que añadieron a sus listas la historia, que votaron y comentaron en el primer capítulo  <3.<3

Ahora si, a leer.

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Bakugou no podía creer que estuviera en la situación en la que se encontraba en esos momentos. Frente al Alfa, su padre, discutiendo el por qué ese condenado omega debería irse y seguir por su camino.

—¡No se puede quedar! ¡Él debe irse de aquí!

—Bakugou, —Toshinori pronunció el nombre ajeno en un tono que denotaba cansancio debido a que llevaban alrededor de una hora discutiendo exactamente lo mismo y no estaban llegando a ningún lugar—. Ya me has dejado claro que quieres que se vaya. Lo has repetido muchas veces, pero, no me has dicho por qué quieres que eche de nuestro territorio a un omega que necesita ayuda porque, además de estar exhausto al extremo del desmayo, al parecer está siendo perseguido debido a que ha escapado de algún lugar. —Dijo, trayendo a colación si no lo más relevante de la charla que tuvo con Sero, Kirishima y Kaminari, minutos antes de que Bakugou entrara a su oficina; sí algo a lo que se debía prestar atención.

—Pero es que tú no entiendes, no entiendes una mierda. Yo necesito que él se aleje de aquí, que se aleje de mí.

—Pues eso no va a suceder. El muchacho se queda y si tanto te molesta que esté a tu alrededor, tengo un par de cosas que seguramente cumplirán con ese ferviente deseo tuyo de mantenerlo lejos. —El alto rubio dijo, poniendo su voz de Alfa, queriendo terminar de una vez por todas toda esa discusión que no los estaba llevando a nada—. Te enviaré con el equipo que parte mañana hacia la zona sur donde los avistamientos de rebeldes han sido más frecuentes. Partirán en la mañana y no volverán en menos de una semana ¿Alguna objeción?

—... No. Ninguna, Alfa. —Bakugou contestó después de unos segundos, en un tono que claramente era descortés e irrespetuoso, lo que le ganó un gruñido de advertencia del hombre más alto.

Sin embargo, el joven lobo no respondió ninguna cosa porque sabía que sería una tontería enfrentarse a su padre. No su padre biológico porque este había muerto junto a su madre cuando era apenas un niño, en un ataque a la manada. Toshinori Yagi lo había adoptado y había sido desde sus tres años su padre, un hombre que hoy en día admiraba, aunque nunca se lo hubiera dicho y que, respetaba a pesar de lo que se pudiera pensar o intuir debido a su actitud.
Sabía que tenía las de perder en un enfrentamiento porque si había alguien quien pudiera patearle el trasero sin ningún esfuerzo, ese era Toshinori Yagi.

Y si, lo sabía y admitía para si mismo que eso le repateaba el orgullo, pero llegaría el día en que lo vencería. Solo era cuestión de tiempo.

—Terminamos aquí entonces, retírate. —El Alfa lo despachó, y aunque quiso levantarse de su silla y enseñar a su hijo un par de cosas sobre cerrar las puertas con más cuidado, prefirió quedarse en su lugar y pensar en qué iba a hacer si Bakugou seguía negándose a reclamar al omega.

Porque sí, lo sabía. La conversación con los otros tres miembros del equipo de su hijo, le dejaron un par de cosas bastante claras y aunque quisiera intervenir, no podía. Bakugou tenía que resolver sus propios asuntos, tenía que dejar el pasado atrás y ver por lo que podría llegar a ser su futuro.
No podía creer todavía que ese lobo omega fuera el compañero destinado de su terco y orgulloso hijo, pero, se sentía feliz por él, así este ahora mismo viera las cosas de forma tan negativa y pesimista.

El chico necesitaba superar su perdida anterior, necesitaba dejar de mentirse y aceptar a quien el destino escogió para él.