Unidos ||Omegaverse|Sterek||

||Ternura||

Derek
Ver a mis cachorritos dormir plácidamente sin ninguna preocupación me tiene de lo más contento, pero ese no es motivo para bajar la guardia a mi alrededor ya que los hombre hiena están al asecho y no quiero perder a ninguno de mis bebés.
La noche se alza por entre los árboles dándole un toque aterrador al lugar, mi pareja esta un poco alterado por la presencia de las hienas al rededor y no a podido descansar bien, por mas que le diga que descanse que yo haré guardia aun así no quiere descansar, dice que no quiere perder de vista a sus cachorritos.

- Stiles, cariño, deberías descansar.- su forma de lobo me voltea a ver.- No quiero Derek, tengo miedo de que si cierro los ojos esas bestias vengan y se lleven a mis cachorros.- con mi lengua lamo su mejilla.- Todo estará bien, aquí estoy, si.- suspira.- Lo se. Pero aun así.- vaya que es terco. Lo observo y es fascinante ver como acicala a nuestros hijos.

No nos hemos comunicado con nuestros padres ni nuestros amigos, pero se que han dan cerca porque puedo oler a mi madre patrullar los alrededores, lo que yo supongo buscando a los hombres hiena, ya que están en territorio prohibido. Las hienas matan a los cachorros de lobo para comer antes eso pasaba pero ahora hay nueva técnica para que eso no suceda mientras es época de cópula, los lobos que no se aparean o no an encontrado a su pareja patrullan los al rededores para que ningún desconocido entre.

- Aquí pequeño.- volteo para ver a Stiles guiar a uno de nuestros hijos a su pezón para que beba de el. Dios son tan tiernos y lindos con unas de las mantas que tenemos cobijo a los demás por el fresco de la noche.- Que meloso eres Derek.- a traigo a mi pareja para darle calor a el y a los niños, los pequeños se a cercan mas con el fin de obtener mas calor. Hoy sera una noche fría.

- ¿Crees qué estaremos bien?.- frotó mi mejilla con la suya.- Claro. No tienes porque preocuparte, ¿de acuerdo?.- el asiente.- Es solo que, son tan pequeños y frágiles que meda miedo perderlos.- miro a los pequeños y todavía no puedo creer que sean ocho, si que atine bien, me pregunto a quien se parecerán en su forma humana a mi o a su papi. Pero dependiendo de eso los vamos a querer siempre.